En respuesta a la noticia de que las autoridades de Bielorrusia han disuelto al menos 46 organizaciones de derechos humanos y otras organizaciones de la sociedad civil, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“El día de hoy será recordado como otra fecha aciaga en la historia de Bielorrusia. Las autoridades bielorrusas insisten impertérritas en su ataque sin precedentes y cada vez más brutal al espacio de la sociedad civil, a todas las formas de oposición y a la disidencia pacífica. Tras los arrestos masivos de activistas y defensores y defensoras de los derechos humanos de esta semana, las autoridades están disolviendo ahora decenas de organizaciones críticas de la sociedad civil, incumpliendo totalmente sus obligaciones en materia de derechos humanos en virtud del derecho internacional.”
“Las autoridades de Bielorrusia deben cancelar la disolución de las ONG, poner fin a la escalada de represión y permitir a las organizaciones de la sociedad civil llevar a cabo libremente su labor de derechos humanos. Las autoridades deben respetar, proteger, promover y hacer efectivos los derechos humanos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.”
“El resto del mundo no debe seguir observando pasivamente esta brutal represión en en Bielorrusia.”
“Pedimos una respuesta internacional firme que garantice que las autoridades bielorrusas acaban de inmediato con su despiadada represión de la sociedad civil y ponen en libertad a todos los defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas que están siendo detenidos arbitrariamente sólo por su activismo de derechos humanos. El gobierno de Bielorrusia debe cumplir su obligación de respetar, proteger, promover y hacer efectivos los derechos humanos o sufrir las consecuencias de su brutal represión.”
Información complementaria
El 23 de julio, en una acción coordinada sin intervención judicial, las autoridades de Minsk y de otras regiones disolvieron al menos 46 ONG, alegando que llevaban a cabo actividades fuera de sus estatutos. Entre estas organizaciones se encuentran el Centro de Soluciones Ecológicas, el Parlamento Europeo de los Jóvenes (EYP Belarus), el Centro PEN Bielorruso, el grupo de derechos humanos Human Constanta y la organización Derechos Laborales de la Juventud. Es probable que el número de organizaciones afectadas crezca a medida que se vaya conociendo más información.
Esta operación forma parte de la constante restricción del espacio de la sociedad civil y la represión de sus organizaciones, que se ha agravado durante la semana pasada con una
oleada de registros y de detenciones de defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas de la sociedad civil y el
arresto del equipo directivo y de miembros del personal del grupo de derechos humanos Vyasna. El 22 de julio, el presidente de Bielorrusia, Alyaksandr Lukashenka, cuya reelección en agosto de 2020 fue muy cuestionada por su carácter manifiestamente fraudulento, calificó en el Consejo de Ministros a las ONG de “bandidos y agentes extranjeros” y afirmó que estaba en marcha una “limpieza”.