En respuesta a la decisión de las autoridades locales del Cantón de Una-Sana en Bosnia y Herzegovina de trasladar forzosamente a miles de personas migrantes que viven en la zona y confinarlas en un campamento de tiendas en Lipa que no reúne las condiciones adecuadas, Massimo Moratti, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa, ha manifestado:
“Obligar a unas personas, muchas de ellas ya vulnerables, a trasladarse a una instalación de tiendas de campaña, remota y creada precipitadamente, sin garantizarles acceso adecuado al agua y el saneamiento, espacios para aislarse y atención médica accesible es inhumano y pondrá a estas personas en mayor peligro de contagio y de muerte por enfermedades evitables.
“Confinar a personas en condiciones potencialmente nocivas no es justificable por motivos de salud pública. En el contexto de la pandemia de COVID-19, las autoridades de Bosnia tienen la responsabilidad de satisfacer las necesidades de todos los grupos marginados y garantizar unas condiciones de vida humanas, incluido acceso a agua, saneamiento e higiene, así como atención médica adecuada para todas las personas, incluidas las migrantes y solicitantes de asilo.
“Las restricciones de los derechos de migrantes y solicitantes de asilo en el contexto de la emergencia pública por la COVID-19 deben ser legales, necesarias y proporcionadas, y no discriminar ni poner en peligro a personas ya marginadas. Estas medidas no cumplen ninguno de estos requisitos.”
Información complementaria
Miles de personas refugiadas y solicitantes de asilo que intentan entrar en Europa están actualmente varadas en el Cantón de Una-Sana, en el noroeste de Bosnia y Herzegovina. Si bien hay unas 4.100 alojadas en los centros de recepción temporales gestionados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se calcula que 3.000 duermen en edificios abandonados o a la intemperie, y se encuentran ahora en peligro de ser reubicadas al campamento de Lipa.
Tras la declaración de la adopción de medidas de urgencia para evitar la propagación de la COVID-19 en Bosnia y Herzegovina, las autoridades del Cantón de Una-Sana ordenaron la reubicación de miles de personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo que dormían a la intemperie en un campamento temporal que se está preparando en el pueblo de Lipa.
En el pasado las autoridades de Una-Sana no han proporcionado condiciones de alojamiento adecuadas a las personas refugiadas y migrantes. El polémico asentamiento de tiendas de Vucjak construido sobre un antiguo vertedero y cerca de un campo de minas de la guerra de Bosnia de 1992-1995, fue finalmente clausurado en diciembre, y más de 600 personas fueron transferidas a otro lugar tras la presión ejercida por grupos de derechos humanos y por la comunidad internacional.