En respuesta a los comentarios del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobre el homicidio de la defensora de los derechos humanos Marielle Franco y de su chófer, Anderson Gomes, Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil, declaró el pasado viernes por la tarde:
“Al comparar la investigación sobre el apuñalamiento que sufrió durante la campaña electoral de 2018 con la investigación sobre el homicidio de Marielle Franco, criticando los esfuerzos imparciales de las instituciones brasileñas para investigar el asesinato de la defensora de los derechos humanos, el presidente Jair Bolsonaro no sólo parece considerar que su vida es más importante que la de otros ciudadanos y ciudadanas de Brasil, sino que deja claro que no comprende el concepto de igualdad ante la ley o isonomía de las instituciones, y además menoscaba la importancia que tienen los defensores y defensoras de los derechos humanos en Brasil. El presidente tiene la obligación de proteger las vidas de quienes se dedican a luchar por un mundo más justo.”
“Lamentamos que los comentarios del presidente hayan causado de nuevo dolor a las familias de Marielle y Anderson en medio de una crisis política y una pandemia. Ningún defensor ni defensora de los derechos humanos estará a salvo en el país hasta que sepamos quién ordenó matar a Marielle y Anderson, y por qué.”
“Además, el presidente Bolsonaro ha dicho que utilizó a la Policía Federal en su propio beneficio cuando pidió que sus agentes interrogaran a Elcio Queiroz y Ronnie Lessa, acusados del homicidio de Marielle, sobre las presuntas relaciones con el presidente que surgieron en el momento en que fueron arrestados. Esto puede indicar que la Policía Federal, bajo su mando, adopta las líneas de investigación que convienen al gobierno. Exigimos que se tomen todas las medidas para investigar el uso indebido de las funciones de la Policía Federal en el caso de Marielle Franco. El presidente también planteó dudas similares al cuestionar por qué la Policía Federal no investigó al portero que mencionó su nombre ante la Fiscalía de Río de Janeiro, en un testimonio que posteriormente se demostró que era falso”.
“Amnistía Internacional reaccionó al caso de Marielle Franco desde el primer día, movilizando a todo el mundo para exigir que se hiciera justicia en el caso de la defensora de los derechos humanos y su chófer, Anderson Gomes. Seguimos firmes en este afán, y no descansaremos hasta que se sepa con certeza quién ordenó matar a Marielle, y por qué.”