Tras casi dos años de investigación sobre las muertes de Marielle y Anderson, exigimos transparencia a las autoridades. Para la sociedad brasileña es fundamental tener plena confianza en los esfuerzos para averiguar quién llevó a cabo estos crueles asesinatos.
La información que está circulando hoy, como tantas filtraciones ocurridas desde octubre del año pasado, simplemente transmite a la opinión pública el mensaje de que las autoridades están atrapadas en un laberinto de dudas.
Más que dar respuestas, los hechos relacionados con las investigaciones plantean más preguntas. El mundo entero mira atentamente a Brasil desde hace casi dos años, esperando la verdad. ¿Cuánto más van a tardar? Aunque entendemos la necesidad de confidencialidad, esta no debe confundirse con la falta de transparencia. Garantizar que se hace justicia a Marielle es garantizar el derecho de todas las defensoras y defensores de los derechos humanos a hacer su trabajo con dignidad y seguridad, defendiendo una sociedad más justa.