El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas rechazó hoy un proyecto de decisión para celebrar un debate sobre la situación de derechos humanos en la región china de Xinjiang.
El rechazo por 19 votos en contra, 11 abstenciones –incluyendo la de Argentina– y 17 votos a favor, evidencia que el principal órgano de derechos humanos de la ONU ignora las conclusiones de la propia oficina especializada de la Organización.
El reciente informe sobre Xinjiang de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) significó un importante paso adelante para abordar los crímenes contra la humanidad y otras graves violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno chino en Xinjiang. Hoy la ONU ha retrocedido en ese avance.
Que los Estados miembros del Consejo se abstengan o incluso voten en contra de debatir una situación en la que la propia Organización dice que pueden haberse producido crímenes contra la humanidad, va en contra de todo lo que se supone que representa el Consejo de Derechos Humanos.
“Los intereses políticos y económicos no deben estar por encima de las graves preocupaciones en materia de derechos humanos, y ningún Estado debe quedar al margen del escrutinio del Consejo de Derechos Humanos”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU no ha cumplido hoy con su misión principal de proteger a las víctimas de violaciones de derechos humanos en todo el mundo, incluyendo Xinjiang.
La posición de Argentina
Lamentamos enormemente que Argentina se haya abstenido hoy en la votación y haya contribuido así al rechazo de la decisión de debatir la situación de derechos humanos en Xinjiang. Desde Amnistía Internacional hemos exhortado al gobierno argentino a apoyar con su voto a favor iniciativas en este sentido en diversas oportunidades.
Como antes de cada período de sesiones, desde Amnistía Internacional Argentina, remitimos nuestras prioridades al Estado argentino y le instamos a que, en su rol como miembro y presidente del Consejo, se asegure de defender los más altos estándares de derechos humanos en todo el mundo. En este sentido, les exhortamos a actuar a partir de las conclusiones del reciente informe de la OACNUDH sobre la situación en Xinjiang. Además, mantuvimos una reunión con la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería argentina y varios intercambios en los que insistimos en la importancia de que Argentina apoye esta iniciativa.
A pesar del resultado profundamente decepcionante de esta votación, la decisión fue rechazada por un estrecho margen y es fundamental que Argentina y todos los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos vuelvan a examinar esta votación. Amnistía Internacional seguirá exigiendo la rendición de cuentas incluso cuando varios gobiernos no lo hagan, y esperamos que los expertos de la ONU, así como la OACNUDH, sigan examinando la situación.
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A pesar de que el informe de la OACNUDH concluyó en agosto que podían haberse cometido crímenes de lesa humanidad en la región autónoma china de Xinjiang, los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU han votado hoy en contra de adoptar una decisión para debatir la situación de los derechos humanos en Xinjiang (con 17 votos a favor, 19 votos en contra y 11 abstenciones). El debate habría tenido lugar en el próximo periodo ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, en marzo de 2023.
El informe de la OACNUDH documentó patrones de tortura, malos tratos, violencia sexual y de género, entre muchas otras violaciones de los derechos humanos, concluyendo que el "alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de uigures y otros grupos predominantemente musulmanes (…) puede constituir (…) crímenes de lesa humanidad."
Desde 2017, se ha documentado ampliamente la represión de China contra las personas uigures, kazajas y otras minorías étnicas predominantemente musulmanas en Xinjiang, llevada a cabo bajo el pretexto de lucha contra el terrorismo. En 2021, un exhaustivo informe de Amnistía Internacional demostró que el encarcelamiento masivo sistemático organizado por el Estado, la tortura y la persecución perpetrados por las autoridades chinas equivalían a crímenes contra la humanidad.
La campaña de Amnistía Internacional Free Xinjiang Detainees (Liberen a los detenidos de Xinjiang) ha identificado, hasta la fecha, a 126 personas que se encuentran entre el millón o más de personas detenidas arbitrariamente en campos de internamiento y prisiones de Xinjiang.
