Un tribunal turco envió a prisión a seis defensores y defensoras de los derechos humanos, incluida la directora de Amnistía Internacional Turquía, Idil Eser, menos de un mes después de encarcelar al presidente de la organización, Taner Kiliç. Turquía ha encerrado a estos activistas precisamente cuando son más necesarios: cuando se ha silenciado a los medios de comunicación independientes, alzar la voz se paga caro y la gente vive con miedo. Cada día que permanecen detenidos, las personas a las que defienden quedan expuestas a la represión de las libertades que está teniendo lugar en el país.

Ninguno de ellos ha hecho nada malo. Taner ha sido acusado erróneamente de “pertenecer a la Organización Terrorista Fethullah Gülen”, mientras que Idil y las otras personas han sido encarceladas por la sospecha infundada de “cometer un delito en nombre de una organización terrorista”. Ambas acusaciones son absurdas y sin fundamento. Otros cuatro activistas han quedado en libertad bajo fianza, pero siguen siendo investigados.

Las autoridades turcas deben liberar inmediatamente a todas las personas detenidas y poner fin a la caza de brujas contra estos 11 defensores y defensoras de los derechos humanos.

No pararemos hasta que todos ellos sean libres. Únete a nosotros y actúa ya.

Los seis defensores y defensoras de los derechos humanos enviados a prisión preventiva que se unen al ya detenido Taner Kiliç, de Amnistía Internacional, son: Idil Eser (Amnistía Internacional), Günal Kursun y Veli Acu (Asociación de la Agenda de Derechos Humanos), Özlem Dalkiran (Asamblea de Ciudadanos), Ali Gharavi (asesor de estrategias TIC) y Peter Steudtner (formador sobre no violencia y bienestar). Los cuatro defensores y defensoras acusados pero en libertad bajo fianza son: Nalan Erkem (Asamblea de Ciudadanos), Ilknur Üstün (Coalición de Mujeres), Nejat Tastan (Asociación de Vigilancia por la Igualdad de Derechos) y Seyhmus Özbekli (Iniciativa por los Derechos).

Publicado el 21 de julio de 2017