Bolivia: VIDAS DE DEFENSORES, EN PELIGRO
Los defensores de los derechos humanos Waldo y Franco Albarracín han denunciado que, desde el 19 de octubre de 2020, un día después de las elecciones presidenciales, han recibido varias amenazas de muerte de personas no identificadas a través de sus teléfonos móviles y las redes sociales. Dos vídeos publicados en redes sociales acusaban a Waldo de participar en un golpe de Estado contra el gobierno de Morales. Uno de ellos lo incluía en una lista negra de traidores de Bolivia, y el otro lo acusaba de planear el incendio de su propia casa. Pedimos al ministro de Gobierno que otorgue de inmediato medidas de protección completas y sostenibles a Waldo y Franco Albarracín y a su familia, en consulta con los propios afectados.
En diciembre de 2018, el gobierno boliviano identificó públicamente a 43 personas, entre ellas Waldo y Franco Albarracín, como promotoras de “violencia y racismo” durante las protestas del 6 de diciembre de 2018 contra lo que entonces era un posible mandato presidencial adicional para Evo Morales.
Tras las elecciones de 2019 en Bolivia, el 21 de octubre de 2019 se celebró una vigilia pacífica ante los centros de recuento de votos. Waldo Albarracín ha declarado que, cuando llegó al lugar de la vigilia, y sin que se hubiera producido violencia, la policía “los roció con gas en el rostro”. Añadió: “En el momento que me cubrí el rostro y di la espalda a la policía vino alguien y me golpeó con un objeto contundente en la cabeza, presumo que fue con un fierro”. El certificado médico forense atestiguó las lesiones y dio a Albarracín una baja médica de 14 días. Se presentó una denuncia penal sobre el ataque, pero Waldo Albarracín afirma que está paralizada.
El 10 de noviembre de 2019, tras el anuncio de la dimisión del presidente Morales, un grupo de unas 400 personas atacó la casa de Waldo Albarracín, destruyó las puertas con dinamita y provocó un incendio. Waldo Albarracín ha contado a Amnistía Internacional que pidió la intervención de la policía, pero ésta le dijo que no podía ir a su casa.
Tras el incendio de su casa, Waldo y su familia han luchado también por encontrar un lugar estable donde vivir y garantizar su seguridad, ya que han seguido recibiendo amenazas de muerte de personas no identificadas en las redes sociales.
En vista del posible riesgo de sufrir un daño irreparable a su vida y su integridad personal, y dadas la gravedad y la urgencia de la situación, el 28 de febrero de 2020 Waldo Albarracín pidió medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, hasta el momento no se las han concedido.
El 18 de octubre de 2020 se celebraron en Bolivia elecciones generales, y Luis Arce, candidato de Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del ex presidente Evo Morales, ganó la presidencia.
Los defensores y su familia carecen de protección por parte de las autoridades bolivianas, y persiste la impunidad por los ataques que sufrieron. En el contexto de su amplio trabajo como defensores de los derechos humanos, Waldo y Franco Albarracín y su familia han sido víctimas de ataques, amenazas, estigmatización y campañas de difamación mediante declaraciones públicas de altos cargos que han tratado de deslegitimar su labor de defensa de los derechos humanos.
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