Ayer, en el Día Internacional de la Madre Tierra, Amnistía internacional lanzó la campaña “Una carta del mundo” para exigir que las autoridades colombianas tomen de inmediato medidas efectivas para garantizar la seguridad de la defensora ambientalista Jani Silva.
El año pasado, en el marco de
Escribe por los Derechos, la campaña global de Amnistía y el evento de derechos humanos más grande del mundo, más de 415, 363 personas de decenas de países alrededor del mundo tomaron acción en favor de la protección de
Jani Silva, quien se encuentra en riesgo de ser asesinada por defender el Amazonas y los derechos de más de 1,200 personas que viven en la Zona de Reserva Campesina de La Perla Amazónica en el Putumayo.
En la nueva campaña lanzada hoy, se usó un algoritmo para unificar los cientos de cartas de solidaridad enviadas a Jani Silva para formar una única carta que simboliza la solidaridad mundial y exige a las autoridades colombianas que tomen medidas contundentes y efectivas para salvaguardar su vida e integridad. En
un video publicado hoy, 14 figuras públicas, entre ellas artistas, cantantes y comediantes de siete países, leen la carta para Jani Silva.
“
Desde el fondo de mi corazón digo que esta campaña es la que me ha mantenido viva, porque he tenido a la muerte muy cerca y no se ha materializado. A pesar de todo hoy estamos vivos y eso es lo que cuenta”, dijo Jani Silva. “Porque defiendo mi territorio, la gente me ha puesto una pistola en la cabeza para matarme. Sin embargo, me quedo en mi territorio, no podemos huir ni dejarnos ganar por el miedo. Hay que seguir luchando porque cuando existen amenazas contra el territorio nuestro, existen amenazas no solamente contra nosotros sino contra el mundo entero, porque tenemos que proteger la tierra que nos permite vivir.”
Jani Silva ha dedicado su vida a proteger el Amazonas y la vida que existe en él ante los intentos de grupos armados y empresas multinacionales de apoderarse de su territorio. Ha liderado programas de reforestación y abogado por la implementación del Acuerdo de Paz firmado en el 2016 entre las FARC-EP y el gobierno colombiano.
Ha sufrido amenazas de muerte como represalia por su trabajo, pero las autoridades colombianas no han diseñado un plan integral y eficiente para garantizar su seguridad. Desde enero de 2020, la protección estatal ha sido insuficiente para evitar siete incidentes de seguridad que Jani Silva ha vivido, los cuales incluyen persecuciones por parte de personas desconocidas, vigilancia digital ilegal por parte del Ejército colombiano, amenazas de muerte, múltiples disparos a pocos metros de su hogar, y el conocimiento de un plan para asesinarla.