Las autoridades cubanas deben detener su campaña de represión contra opositores y disidentes y permitir la celebración de actividades pacíficas durante la segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeño (CELAC), dijo hoy Amnistía Internacional. La reunión se celebrará entre el 28 y 29 de enero en La Habana.
“La actitud de las autoridades cubanas, que atacan las libertades de expresión y de reunión, no debería pasar inadvertida a los numerosos líderes que estos días se dan cita en La Habana”, afirmó la organización de derechos humanos.
Decenas de disidentes han sido detenidos de forma arbitraria durante el pasado fin de semana en numerosas localidades de la isla o han sido coaccionados para que no participaran en eventos privados paralelos a la cumbre que comienza mañana en La Habana. La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional ha registrado 43 casos de personas detenidas por breves periodos de tiempo entre el 23 y 26 de enero. Otras cinco han sido puestas bajo arresto domiciliario. Al menos 18 han sido advertidas por las autoridades de no viajar a La Habana.Debido a estos arrestos y a la ola de intimidación, diversos foros paralelos a la cumbre han sido cancelados.
Entre los activistas que fueron detenidos durante el fin de semana están José Daniel Ferrer García, presidente de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y Yusmila Reina Ferrera, otra militante de esta organización. Ambos permanecieron durante casi 48 horas en distintas dependencias policiales del país.
José Daniel Ferrer contó a Amnistía Internacional que él y su colega fueron interceptados el 24 de enero sobre la una de la tarde por hombres vestidos de civil, mientras caminaban hacia la oficina de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Ferrer les pidió a los hombres que mostraran su identificación, a lo cual se negaron, tras lo que los forzaron bruscamente a subir a un auto. Entonces fueron llevados a una unidad policial en la frontera entre la provincia de la Habana y Mayabeque y luego traslados a unidades policiales separadas en La Habana donde pasaron la noche. El 25 fueron llevados hacia Santiago de Cuba, pero pasaron la noche en una unidad policial en Camagüey. Finalmente fueron puestos en libertad en la provincia de Santiago de Cuba el 26 de enero sobre el mediodía. José Daniel Ferrer dijo a Amnistía Internacional que actualmente había policías vigilando su casa y que no tenía posibilidad de poder volver a la capital.
“Quienes no están de acuerdo con el gobierno cubano no puedan expresarlo de manera pública y colectiva. Los jefes de estado de los países miembros de la CELAC y los altos funcionarios de organizaciones regionales e internacionales, como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, no deberían ignorar el hecho de que, mientras que ellos siguen llegando a La Habana para participar en la cumbre, activistas cubanos cubanas se encuentran reprimidos por su gobierno,” dijo Amnistía Internacional.
Las detenciones y las coacciones de disidentes y opositores son una táctica habitual de las autoridades cubanas. Durante 2013, la Comisión Cubana de DerechosHumanos y Reconciliación Nacional informó de 6.424 detenciones de críticos al gobierno. Tan solo en diciembre del 2013 tuvieron lugar 1.123 detenciones arbitrarias por "motivos políticos", el número mensual más alto desde la visita del Papa Benedicto XVI en marzo del 2012.