Para la población civil de Siria, las decisiones que tomen Donald Trump y Vladimir Putin son una cuestión de vida o muerte. La continuación de las políticas actuales tendría consecuencias desastrosas para el pueblo sirio, que lleva más de seis años soportando sufrimientos inimaginables.
“Estados Unidos y Rusia deben comprometerse públicamente a proteger a la población civil de Siria y a poner fin a las violaciones del derecho internacional. Ambos países y sus aliados son responsables de que centenares de miles de hombres, mujeres, niñas y niños hayan muerto o estén heridos”, indicó Mariela Belski, directora de Amnistía Internacional Argentina.
Cronología de una crisis
Desde que estalló la crisis siria, Amnistía Internacional documentó abusos y violaciones de derechos humanos y de derecho internacional humanitario cometidos por todas las partes involucradas, entre ellos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
Las fuerzas del gobierno sirio, con el apoyo de Rusia, atacaron y bombardearon a civiles, causando miles de muertos y heridos; sometieron a decenas de miles de personas a desaparición forzada y a ejecuciones extrajudiciales e infligieron torturas y otros malos tratos. Asimismo, los grupos armados bombardearon zonas civiles y perpetraron secuestros, torturas y ejecuciones.
En un informe publicado en febrero de 2017, Amnistía Internacional reveló una campaña de homicidios masivos en la prisión de Saydnaya de Siria. Allí el gobierno sirio ahorcó en secreto a miles de personas. A pesar de la indignación mundial, Siria no permite todavía el acceso de observadores independientes a ningún lugar de detención del país.
Rusia, principal aliado del gobierno sirio, proporciona apoyo militar, armas y cobertura política en el Consejo de Seguridad de la ONU.
A la fecha, Rusia bloqueó siete resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU, incluidas algunas que habrían garantizado la rendición de cuentas por crímenes de guerra cometidos por el gobierno sirio y por los grupos armados que combaten en el país, entre ellos el uso de armas químicas.
Respecto a Estados Unidos, Amnistía Internacional documentó el uso ilícito de fósforo blanco por parte de las fuerzas estadounidenses en zonas civiles densamente pobladas al norte de Siria, acto que claramente viola el derecho internacional humanitario y que podría constituir crimen de guerra.
Amnistía Internacional pide a Estados Unidos que investigue las violaciones del derecho internacional cometidas por la coalición participante bajo su dirección en Siria y que haga públicas las conclusiones.