Se necesitan medidas concretas para garantizar la seguridad y la protección de las personas migrantes
Los gobiernos deben actuar para proteger a las personas migrantes que huyen por las mismas rutas y se ven expuestas a los mismos abusos que las personas refugiadas. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en el Día Internacional del Migrante.
Los migrantes del sureste asiático han estado especialmente expuestos este año. En mayo de 2015, miles de personas de Myanmar y Bangladesh fueron sometidas a atroces abusos a manos de tripulaciones de barcos en la bahía de Bengala y en el mar de Andamán. Esos abusos incluían homicidios, palizas y retención en condiciones inhumanas y degradantes.
Tras la represión, por parte de las autoridades tailandesas, del tráfico y el contrabando de personas, las tripulaciones abandonaron sus barcos, y dejaron a migrantes y refugiados abandonados a su suerte en el mar, antes de que finalmente pudieran recibir cobijo temporal en Indonesia y Malasia.
“Las personas migrantes se ven a menudo obligadas a abandonar sus hogares a causa de la pobreza extrema y las penurias que han convertido en imposible la esperanza de tener una vida digna.”
“Al igual que las personas refugiadas, están expuestas a la explotación de los traficantes de personas, a la detención y a la muerte en rutas peligrosas e irregulares.”
Sureste asiático
Los gobiernos de la región siguen dando prioridad a las medidas de cumplimiento de la ley, pese a que las personas migrantes y refugiadas siguen intentando la mortífera ruta marítima a través del mar de Andamán y la bahía de Bengala, y pese a que esas medidas no abordan la seguridad de quienes intentan realizar la travesía.
Amnistía Internacional pide a los gobiernos del sureste asiático que pongan en marcha medidas concretas para garantizar la seguridad y la protección de las personas migrantes en tránsito.
Centroamérica y México
Amnistía Internacional pide también al gobierno mexicano que proteja a las personas migrantes procedentes de Centroamérica que atraviesan México para dirigirse a Estados Unidos: una de las rutas más peligrosas del mundo.
La mayoría de las personas migrantes, muchas de las cuales son menores no acompañados, tratan de llegar a Estados Unidos desde Centroamérica huyendo de unos niveles extremos de violencia y pobreza. Estas personas se ven obligadas a emprender viajes infernales en los que se ven expuestas a toda una serie de abusos, tales como secuestros, desapariciones, violencia sexual y asesinatos.
La creación, por parte del gobierno mexicano, de la Comisión Forense en 2013 es un paso en la dirección correcta, pero no basta. Las investigaciones llevadas a cabo por el Estado sobre las masacres de migrantes ocurridas entre 2010 y 2012 en los estados de Tamaulipas y Nuevo León, en el noreste de México, siguen siendo terriblemente lentas, y los responsables de los constantes secuestros, homicidios y desapariciones rara vez son procesados.