Tras las noticias que indican que Dominic Ongwen se entregó a las fuerzas estadounidenses, Amnistía Internacional pide que Ongwen sea transferido de inmediato a la Corte Penal Internacional (CPI) para ser juzgado.
La población del norte de Uganda ha esperado durante casi 10 años a que se ejecutaran las órdenes de detención emitidas por la CPI contra los dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor. Ahora, Dominic Ongwen debe rendir cuentas por los numerosos cargos a los que se enfrenta –asesinato, mutilación, reclutamiento forzado de niños y niñas soldados y uso de esclavas sexuales–, unos delitos que presuntamente cometió cuando estaba al mando del Ejército de Resistencia. Las dos órdenes de detención restantes contra Joseph Kony y Okot Odhiambo, también dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor, deben ejecutarse sin demora.
Las órdenes de detención contra Ongwen y otros cuatro dirigentes del grupo rebelde Ejército de Resistencia del Señor por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad fueron emitidas por la CPI en julio de 2005. Ongwen está acusado de tres cargos de crímenes de lesa humanidad y dos cargos de crímenes de guerra. Dos de los otros dirigentes del grupo han muerto, pero Joseph Kony y Okot Odhiambo permanecen en libertad.
Se calcula que, en la orgía de terror perpetuada durante casi dos decenios por el Ejército de Resistencia del Señor en el norte de Uganda y los países vecinos, se han perdido miles de vidas.