Las autoridades egipcias continúan utilizando medidas arbitrarias y excesivas de libertad condicional con pernocta vigilada para continuar castigando a las personas que ejercen el activismo pacífico, obligándolas a pasar la noche en calabozos policiales abarrotados tras salir de prisión, declaró hoy Amnistía Internacional.
Según las conclusiones de la organización, se está obligando a personas en libertad condicional a pernoctar hasta 12 horas en comisarías de policía sin dar ninguna explicaciónde por qué no pueden permanecer en su propia residencia. A la mayoría, los agentes les niegan las visitas o el uso de teléfonos móviles y ordenadores durante ese tiempo. Las mantienen hacinadas en espacios saturados con poca ventilación y acceso limitado a instalaciones sanitarias.
“Las autoridades egipcias están empleando medidas de libertad condicional arbitrarias y excesivas como táctica de represión con el fin de intimidar a activistas pacíficos para que no hablen tras salir de prisión”, declaró Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Estas medidas punitivas no sólo vulneran su derecho a la libertad de circulación, expresión, reunión pacífica y asociación, sino que pueden dar lugar a otras violaciones dederechos humanos, entre ellas tortura u otros malos tratos, trabajo forzoso y explotación.”
La organización tiene constancia de más de 400 casos de personas que se hallan en libertad condicional tras ser declaradas culpables en cinco juicios manifiestamente injustos. A centenares más también declaradas culpables en esos mismos juicios y aún recluidas podrían imponérseles condiciones de libertad condicional arbitrarias y excesivas similares a su salida de prisión.
Entre ellas hay personas presas de conciencia a las que se recluyó únicamente por participar pacíficamente en protestas o en relación con su trabajo periodístico y que no deberían haber sido encarceladas, para empezar.
La investigación de Amnistía Internacional también revela que las autoridades egipcias amenazan a familiares de expresos con detenerlos si estos no cumplen los requisitos abusivos de la libertad condicional.
“El uso de estas medidas de libertad condicional draconianas constituye una vulneración arbitraria del derecho de las personas a desplazarse libremente y a comunicarse con el mundo exterior durante las pernoctas en comisaría. Deben dejar de usarse de inmediato”, afirmó Magdalena Mughrabi.
Las conclusiones de la organización también indican que las medidas tienen graves repercusiones en la capacidad de las personas afectadas de llevar una vida normal durante sus horas de libertad, dado que restringen su disfrute del derecho al trabajo, la educación, la familia y la vida privada. En algunos casos, las condiciones de libertad condicionaltambién interfieren con el disfrute del derecho a un nivel de vida adecuado.
Entre las personas a las que se han impuesto medidas de libertad condicional hay activistas políticos, entre ellos Ahmad (nombre ficticio), que denunció haber sido amenazado reiteradas veces por agentes de policía durante la pernocta para obligarlo a convertirse en confidente. También contó a Amnistía Internacional que tras negarse reiteradamente a colaborar los agentesde policía lo golpearon y lo amenazaron varias veces con electrocutarlo y reanudar su encarcelamiento.
“La imposición de duras medidas de libertad condicional es otro de los medios con el que las autoridades egipcias intentan consolidar su férreo control del poder para alimentar un clima de miedo e intimidación. En lugar de recurrir a tácticas policiales siniestras para reafirmar su autoridad, las autoridades egipcias deben abandonar urgentemente el uso de medidas de libertad condicional arbitrarias y excesivas y llevar a cabo sin demora una investigación efectiva de todas las denuncias de tortura y otros malos tratos y trabajo forzoso en comisarías de policía”, afirmó Magdalena Mughrabi.
Entre los activistas políticos a quienes se han impuesto medidas de libertad condicional duras se encuentran Alaa Abed El Fattah, ingeniero de software de 38 años, Ahmad Maher, dirigentedel Movimiento 6 de Abril de 39 años, y Mohamed Adel, cofundador del Movimiento 6 de Abril, que cumple una pena de prisión por continuar su activismo y sus publicaciones en las redes sociales durante la vigilancia policial.