Ante la sentencia de hoy de la Primera Sección de Terrorismo del Tribunal Penal de El Cairo dictada contra 206 personas, por la que se condena a muerte a 10 de ellas y a penas de entre 10 años de prisión y cadena perpetua a 153, Amna Guellali, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:
“La sentencia de hoy es un insulto a la justicia. Se trata de un juicio colectivo de más de 200 personas. La causa está empañada por desapariciones forzadas y torturas, incluso a menores. Las autoridades egipcias negaron a las personas procesadas acceso a sus abogados a lo largo de todas las actuaciones procesales, tanto antes del juicio como durante éste. A algunas de ellas se les prohíbe ver a sus familias desde 2016. La mayoría está recluida en las célebres cárceles de Al Aqrab y la Prisión de Máxima Seguridad Tora Dos en condiciones crueles e inhumanas que constituyen tortura.
“Las autoridades deben investigar todas las denuncias de desaparición forzada y tortura, y permitir inmediatamente a todas las personas detenidas acceso a sus familias, abogados y a atención médica adecuada. Dadas las flagrantes vulneraciones de la imparcialidad procesal en esta causa, las autoridades deben anular la sentencia y ordenar la libertad de todas las personas recluidas, la mayoría de las cuales lleva más de dos años en prisión preventiva, lo que es contrario a la legislación egipcia. Si son acusadas de delitos reconocibles internacionalmente deben ser sometidas a un nuevo juicio que sea justo y sin recurso a la pena de muerte.
“Condenar a 10 hombres a muerte, especialmente en unas actuaciones tan manifiestamente injustas, es una violación del derecho a la vida. Las autoridades deben declarar inmediatamente una moratoria sobre la aplicación de la pena de muerte y abstenerse de imponer condenas a muerte como primeros pasos hacia su abolición”.
Información complementaria
En febrero de 2015, la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado remitió a más de 200 personas a juicio por diversos cargos, entre ellos los de terrorismo, destrucción de propiedades y asesinato. Conocido también como el caso de las “Brigadas de Helwan”, el juicio gira en torno a un grupo que surgió en agosto de 2014 y que reivindicó la responsabilidad de ataques contra la policía. Al menos 4 de las personas recluidas eran menores de 18 años cuando fueron detenidas. Una de ellas, Youssef Samir, tenía 16 años cuando fue detenido en julio de 2014 y sometido a desaparición forzada durante más de 2 meses. Amnistía Internacional supo que, durante este periodo, miembros de la Agencia de Seguridad Nacional lo habían torturado con descargas eléctricas y palizas. De las personas procesadas, 5 murieron en prisión en medio de denuncias de que se les había negado atención médica adecuada. El Tribunal ha absuelto a las 43 personas procesadas restantes.
Los tribunales egipcios condenaron a muerte al menos a 356 personas en 2021, lo que representa la cifra más alta de condenas a muerte que Amnistía Internacional pudo registrar en 2021 en todo el mundo excepto China.