Amnistía Internacional condena el anuncio realizado por el presidente estadounidense Donald Trump que reconoce a Jerusalén como capital de Israel. El mandatario informó además que trasladará allí su embajada.
“Esta decisión es una imprudencia y una provocación por parte de la administración Trump que socava aún más los derechos humanos de la población palestina y que probablemente enardecerá las tensiones en toda la región”, señaló Raed Jarrar, director de Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional Estados Unidos sobre Oriente Medio.
“Al reconocer la Jerusalén unificada como capital de Israel y anunciar la reubicación desde Tel Aviv de la Embajada de Estados Unidos, el presidente Trump ha demostrado una vez más su desprecio por el derecho internacional”, agregó Jarrar.
Existe un consenso internacional, con resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre la ilegalidad de la anexión de Jerusalén Oriental por parte de Israel. Con esta decisión, Estados Unidos viola sus propias obligaciones internacionales.
Amnistía Internacional recuerda que ningún país del mundo reconoce la anexión de Jerusalén Oriental, lo que convierte en sumamente inquietante la decisión de otorgarle el reconocimiento. Esta medida demuestra además un total desprecio hacia las violaciones de derechos humanos masivas que la población palestina sufre a causa de las políticas de anexión israelíes.
Información general
Las zonas de Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, que quedaron bajo control israelí en 1967 y se incluyeron en las zonas municipales israelíes de Jerusalén están reconocidas internacionalmente como territorio ocupado, en el que se aplica el derecho internacional humanitario.
La anexión ilegal, por parte de Israel, de la Jerusalén Oriental ocupada se formalizó en la legislación nacional en 1980. Es una anexión que ha sido condenada repetidamente por la comunidad internacional a través de diversas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.