Amnistía Internacional se presentará ante la Corte Suprema, si ésta toma el caso
Buenos Aires, 9 de abril de 2015.- Amnistía Internacional consideró preocupante la decisión del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires que autorizó al Gobierno local a comprar pistolas eléctricas Taser para equipar a la Policía Metropolitana. La organización de derechos humanos recordó que el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas ha señalado que “el uso de las armas tipo Tasers provoca un dolor intenso, constituye una forma de tortura, y en algunos casos, puede incluso causar la muerte”. En consecuencia, viola los compromisos asumidos por los Estados en relación a la prohibición absoluta de la tortura.
Durante una conferencia de prensa celebrada hoy en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil, la coordinadora de Política y Justicia Internacional de Amnistía Internacional Argentina, Leah Tandeter, consideró que “la decisión del tribunal es regresiva en materia de reconocimiento de los derechos humanos”.
El Observatorio de Derechos Humanos (ODH) anunció hoy que presentará un recurso extraordinario contra la decisión del máximo tribunal porteño. En ese sentido, Amnistía Internacional informó que --en caso de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación acepte tratar el caso— la organización se presentará en calidad de tercero para acercar argumentos de derechos humanos que desaconsejan la utilización de este tipo de armas por parte de fuerzas de seguridad, por el grave riesgo que significan para las personas. El ODH es la organización que presentó en 2010 una acción de amparo tendiente a que se impidiera la adquisición de armas Taser, que obtuvo resolución favorable tanto en primera como en segunda instancia. Esa resolución fue revocada el mes pasado por el Superior Tribunal de la Ciudad.
Las armas Taser son manejadas en distintos países por fuerzas de seguridad, que muchas veces las utilizan en situaciones que aparentemente no entrañan un grave peligro para la vida de las personas, según ha constatado Amnistía Internacional, que investiga el tema desde hace años.
Así, por ejemplo en Estados Unidos, durante 2014, 35 personas murieron tras recibir descargas de armas Taser a manos de la Policía, lo que elevó el total de muertos en esas circunstancias desde 2001 a 602 personas. Se determinó que la mayoría de esas personas no iban armadas ni parecían representar una amenaza grave cuando la Policía, por lo cual los agentes no debieron haber recurrido a la Taser.
En diciembre de 2008, Amnistía Internacional publicó un informe sobre los problemas ligados al uso de armas paralizantes en las actividades destinadas a hacer cumplir la ley. En el estudio se citaban datos médicos que parecían indicar que el uso de estas armas puede desencadenar una reacción letal en personas cuyo estado de salud ya está afectado por agotamiento, mala salud o el uso de drogas. También se citaban casos de personas aparentemente sanas que habían muerto tras recibir las descargas de un arma Taser.