Los cubanos y cubanas que critican, aunque sea sutilmente, las condiciones de vida en su país, se enfrentan a un futuro de acoso en el empleo, o de desempleo, ya que las autoridades utilizan su control sobre el mercado laboral como herramienta adicional de represión. Así lo manifestó Amnistía Internacional en un nuevo informe.
Es una prisión mental explora la manera en que se utilizaron, durante décadas y de manera arbitraria, las leyes penales y otras prácticas ilegales; incluidos los despidos discriminatorios e indebidos del empleo estatal y el acoso adicional en el sector emergente del empleo por cuenta propia. Todas estas acciones se traducen en un sistema en el que, incluso las personas que en Cuba no son políticamente activas, tienen que evitar criticar al gobierno si quieren conservar su empleo.
“Muchas personas en Cuba se sienten asfixiadas por los mecanismos de control estatal sobre su vida cotidiana. Parte de ese control es: si querés mantener un empleo, tenes que estar de acuerdo con todo lo que diga el gobierno”, manifestó Amnistía Internacional.
En el siguiente comic presentamos la historia de Elias, un trabajador que por referirse a la falta de recursos en su empleo fue acosado y terminó desempleado.