Es necesario conceder con urgencia protección internacional a las personas que denuncian irregularidades e introducir profundas reformas para proteger el derecho a la intimidad, ha afirmado Amnistía Internacional en el primer aniversario de las revelaciones de Edward Snowden sobre el alcance de las redes de espionaje gubernamentales en diversos países de todo el mundo.
A nuestra organización le preocupa profundamente el trato que ha recibido Edward Snowden y también somos plenamente conscientes de que hay miles de denunciantes de irregularidades que sufren persecución por el mero hecho de sacar a la luz información que es de interés público. Es imprescindible que todos los Estados hagan cuanto esté en su poder para que cualquier persona pueda denunciar abusos contra los derechos humanos en condiciones de seguridad.”
Las leyes relativas a la denuncia de irregularidades varían de un país a otro, pero el sistema de Estados Unidos es especialmente implacable. Después de las filtraciones, el gobierno estadounidense presentó cargos contra Edward Snowden en virtud de la Ley de Espionaje, negándole de ese modo la posibilidad de una defensa de la denuncia de irregularidades en interés público. En caso de ser enjuiciado en Estados Unidos y declarado culpable, podría ser condenado a un máximo de 10 años por cada cargo.
Además de la amenaza de prisión en caso de regresar a su país, Edward Snowden se enfrenta también a extraordinarios problemas para conseguir asilo en otros países. Durante el último año, el gobierno de Estados Unidos ha presionado a otros gobiernos de todo el mundo para que impidan que Edward Snowden entre en sus respectivos países o incluso que cruce su espacio aéreo. En consecuencia, Edward Snowden vive en situación de asilo temporal en Rusia sin ninguna seguridad a largo plazo.
El precio que Edward Snowden ha pagado por sus acciones es terriblemente alto. Tras salir a la luz las filtraciones, huyó de su hogar en Estados Unidos y ha vivido exiliado de hecho en Rusia mientras Estados Unidos le pone obstáculos a cada paso. Edward Snowden develó la omnipresencia del programa de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), que a juicio de Amnistía Internacional constituye una flagrante vulneración del derecho internacional.
“Las revelaciones de Edward Snowden conmocionaron al mundo y demostraron, fuera de toda duda, que los gobiernos han violado sistemáticamente el derecho de sus ciudadanos a la intimidad. Ahora qmnistía Internacional, junto con otras organizaciones, hace suya la lucha por la intimidad y exige que los gobiernos respondan por su abuso de poder”.