Ante la noticia de que agentes encargados de hacer cumplir la ley rusos han registrado los domicilios de miembros de Memorial, organización galardonada con el Premio Nobel de la Paz y el grupo de derechos humanos más antiguo de Rusia, Natalia Zviagina, directora de Amnistía Internacional Rusia, ha declarado:
“Al asaltar los domicilios de miembros de Memorial, las autoridades rusas continúan con su caza de brujas contra quienes defienden los derechos humanos y se dedican al activismo. Consideran que la labor de Memorial, que incluye la protección de los derechos humanos en una Rusia cada vez más represiva y el registro de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la era estalinista de la Unión Soviética, es una amenaza para su poder.”
“Como pretexto para asaltar los domicilios de miembros de Memorial, las autoridades rusas las han acusado de ‘rehabilitar el nazismo’, lo que es manifiestamente absurdo. El Kremlin debe poner fin con urgencia a su vergonzosa campaña de represión contra activistas y contra quienes trabajan para preservar el recuerdo de la brutalidad de Stalin. Deben permitir que Memorial continúe desempeñando su labor crucial de documentar el pasado, educar a la juventud y recordar la historia de la represión política.”
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El martes por la mañana, las fuerzas de seguridad registraron el domicilio de nueve miembros de Memorial, incluido el de su presidente, Yan Rachinsky, y asaltaron la sede de la organización en Moscú. Ese mismo día, Oleg Orlov, miembro de la junta directiva de la organización cuyo domicilio fue también registrado, fue acusado de “desacreditar reiteradamente a las Fuerzas Armadas rusas”.
Entre el 11 y el 13 de marzo, agentes encargados de hacer cumplir la ley registraron asimismo el domicilio de dos miembros de Memorial en Perm, en los Urales y asaltaron el Centro para la Memoria Histórica de la ciudad.
Las autoridades rusas acusaron a miembros de Memorial de “rehabilitar el nazismo” a raíz de que la organización compilara una lista de alrededor de cuatro millones de víctimas del terror político en la URSS. Tres hombres de la lista no habían sido rehabilitados oficialmente “debido a la idiosincrasia del delito”. Aunque siguen sin conocerse las razones por las que el Estado ruso niega que dos de ellos hubieran sido perseguidos ilegítimamente, el tercero había participado supuestamente en el Holocausto. Nadie ha sido acusado formalmente en esta investigación, aunque ésta se ha utilizado para realizar registros y citar a miembros de Memorial para ser interrogados.
En diciembre de 2021, las autoridades rusas ordenaron la disolución de Memorial alegando violaciones de la represiva legislación rusa sobre “agentes extranjeros”. En 2022, Memorial recibió de forma conjunta el Premio Nobel de la Paz.