En respuesta a los informes que indican que se espera que el presidente Donald Trump retire a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, Amnistía Internacional asegura que
la decisión prevista del presidente Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo global sobre el clima es una agresión a toda una gama de derechos humanos que pondrá en grave peligro la vida y el bienestar de millones de personas en todo el mundo. Al negarse a unirse a otras naciones a la hora de tomar las medidas necesarias para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y atenuar el cambio climático, el presidente está diciendo, en la práctica: ‘Que se ahoguen, se quemen y mueran de hambre’.
El cambio climático es una de las amenazas más generalizadas para las sociedades humanas que el mundo ha experimentado. También es una amenaza que puede salirse de control de forma rápida e irreversible. A medida que los glaciares se fundan, los lagos y ríos se sequen, los bosques se quemen, las cosechas mueran y las olas de calor nos azoten,
el impacto sobre los derechos humanos será devastador. Es un problema que puede agudizar aún más la desigualdad social, la hambruna y la crisis de refugiados. A cientos de millones de personas se les negaría su derecho a la vida, la salud, el alimento, el agua y la vivienda. Entre quienes más sufrirán las consecuencias se encuentran quienes están en situaciones vulnerables en todos los continentes, especialmente los niños y niñas.
Instamos al presidente Trump a no poner al mundo en un rumbo de colisión mortal que provocará desastres, guerras e inseguridad. Todos los Estados deben dejar de recurrir a los combustibles fósiles, o nos arriesgamos a provocar una catástrofe de derechos humanos de proporciones épicas e irreversibles.