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El presidente Trump ha declarado hoy que planea militarizar aún más la frontera de Estados Unidos con México hasta que se construya un muro. También pidió que se diera un nuevo impulso a las restricciones a la inmigración para dificultar más solicitar protección en Estados Unidos.
En los últimos días, el presidente Trump ha rechazado abiertamente la desesperada situación de quienes huyen de la violencia y la persecución y sólo desean encontrar un lugar seguro para sí mismos y sus familias. Las medidas propuestas podrían poner en grave riesgo la vida de algunas de las personas más vulnerables del mundo. Volver la espalda a familias desesperadas no aumenta la seguridad de nadie.
Muchas de las personas que tratan de entrar en Estados Unidos huyen de una violencia terrible y de amenazas de muerte en Honduras, El Salvador y Guatemala. En lugar de tratar temerariamente de bloquear su ruta a la seguridad, la administración de Trump tiene la obligación de proteger a todas las personas que buscan refugio y de respetar su derecho a solicitar asilo. Negarles ese derecho sería una violación grave tanto del derecho internacional como de las leyes estadounidenses.