Ante los informes que indican que Mduduzi Bacede Mabuza, exparlamentario que lleva casi dos años en detención arbitraria, fue golpeado por agentes de los servicios penitenciarios el viernes, Vongai Chikwanda, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral, ha manifestado:
“Las autoridades de Esuatini deben llevar a cabo sin demora una investigación exhaustiva, independiente, imparcial, transparente y eficaz sobre el presunto ataque contra el exparlamentario encarcelado Mduduzi Bacede Mabuza. Toda persona con presunta responsabilidad penal en los hechos debe comparecer ante la justicia para ser sometida a un juicio justo. La tortura es abominable e inhumana y no tiene justificación en ningún caso.
Además, deben permitir que Mabuza tenga acceso inmediato a asistencia médica así como a miembros de su familia y a su abogado. Los ataques a personas encarceladas en Esuatini constituyen una grave violación de derechos humanos y deben cesar de inmediato.
Las autoridades de Esuatini deben anular sin demora las defectuosas sentencias y condenas de Mduduzi Bacede Mabuza y Mthandeni Dube. Su enjuiciamiento sólo se basa en el ejercicio pacífico de sus derechos humanos. Mduduzi Bacede Mabuza y Mthandeni Dube debe quedar en libertad de inmediato y sin condiciones.”
Información complementaria
El 1 de junio de 2023, los exparlamentarios Mthandeni Dube y Mduduzi Bacede Mabuza, quienes llevaban casi dos años en detención arbitraria, fueron declarados culpables de terrorismo, sedición y asesinato. El pronunciamiento de la sentencia tendrá lugar en diciembre de 2023. En el tiempo que llevan detenidos, han sido golpeados en múltiples ocasiones y privados de acceso a su abogado y a asistencia médica.
En septiembre de 2022, Mabuza y Dube fueron agredidos por miembros de la unidad penitenciaria encargada de trasladarlos al juzgado y devolverlos a prisión. No se ha llevado a cabo ninguna investigación sobre este ataque.
A pesar de que Esuatini ratificó la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en 2004 y la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en 1995, sus autoridades utilizan sistemáticamente la tortura y otros malos tratos contra la población reclusa.
