La discriminación de la comunidad musulmana en las iniciativas europeas para combatir el terrorismo ha contribuido a crear un entorno en el que estas personas tienen más probabilidades de sufrir ataques y ser blanco de discursos de odio; así lo afirman Amnistía Internacional y Open Society Foundations en una guía que se publica mañana.
La guía, titulada
Human Rights Guide for Researching Racial and Religious Discrimination in Counter-Terrorism in Europe (Guía de derechos humanos para investigar la discriminación racial y religiosa en la lucha contra el terrorismo en Europa), va dirigida a todas las personas que trabajan en el ámbito de los derechos humanos y la lucha contra la discriminación, y pone de relieve cómo actividades y vínculos legítimos de la comunidad musulmana se han utilizado para justificar medidas de vigilancia, detención, expulsión, retirada de la nacionalidad y contra la radicalización, así como otras restricciones de sus derechos.
“
En la interminable ‘guerra contra el terror’, la comunidad musulmana continúa soportando la aplicación de criterios raciales y es sometida a vigilancia, restricciones de circulación, detención y expulsión de manera desproporcionada”, ha manifestado Eda Seyhan, autora de la guía de investigación.
“La práctica de los gobiernos europeos de aplicar las medidas antiterroristas selectivamente a la comunidad musulmana ha reforzado la visión racista del islam como una ‘amenaza’ y crea un entorno en el cual el discurso de odio contra las personas musulmanas se ha normalizado.”
Ser el blanco de una medida antiterrorista discriminatoria puede causar miedo, angustia y trauma, con posibles efectos duraderos como baja autoestima, depresión, trauma psicológico y ansiedad.
A pesar de ser un problema ampliamente reconocido por las instituciones de la ONU y europeas, la discriminación no ha recibido en general tanta atención de los grupos de derechos humanos y organismos de vigilancia como otras violaciones de derechos humanos en el contexto antiterrorista, en parte debido a que es difícil de demostrar.
La distinta repercusión de las medidas asociadas a la COVID-19 en las minorías y la consideración de la respuesta a un problema de salud pública como una cuestión de seguridad ponen aún más de relieve la necesidad de combatir la discriminación en la lucha contra el terrorismo. Además, las recientes protestas del movimiento Black Lives Matter han impulsado a muchas organizaciones a replantearse su aportación a la lucha contra el racismo.
Esta guía anima a los organismos de la sociedad civil a redoblar sus esfuerzos para combatir la discriminación en el contexto específico de la lucha contra el terrorismo, y dota a sus lectores/as de las herramientas necesarias para combatir las amenazas a la libertad religiosa y el racismo sistémico en ese ámbito.
“Para ser aliadas efectivas en la lucha contra la islamofobia, las organizaciones de derechos humanos deben ser capaces de reconocer y combatir las políticas y leyes antiterroristas que discriminan a la comunidad musulmana; esta guía es una herramienta de ayuda en esa lucha”, ha afirmado Nils Muižnieks, director de Amnistía Internacional para Europa.
La guía recomienda una reflexión profunda sobre cómo abordar las medidas antiterroristas en el seno de la Unión Europea, y asimismo que las comunidades musulmanas tengan voz y ocupen un sitio en la mesa. Estos llamamientos son especialmente pertinentes en vista de la reciente publicación de la Agenda de Lucha contra el Terrorismo de la UE y de las iniciativas legislativas en Francia y Austria que señalan indebidamente a musulmanes europeos que respetan la ley.
“Esperamos que, con la ayuda de esta guía, las organizaciones y los organismos de vigilancia demuestren que las actuales medidas antiterroristas fomentan el racismo sistémico contra la comunidad musulmana y, en definitiva, lo contraproducentes e ineficaces que son”, ha declarado Cristina Goñi, directora regional de política de seguridad de Open Society Foundations.