Ante la declaración del Ministerio para Personas Refugiadas y Repatriación de Afganistán en la que pide a los países europeos que suspendan temporalmente las devoluciones al país, Adriana Tidona, investigadora sobre Migración en Europa de Amnistía Internacional, ha afirmado:
“La petición del
Ministerio para Personas Refugiadas y Repatriación de suspender las devoluciones dado el deterioro de la situación de la seguridad significa que Europa no puede seguir haciendo oídos sordos a los peligros que afrontan las personas afganas devueltas. Los países europeos llevan años tratando de ignorar lo evidente: Afganistán no es un país seguro al que se pueda devolver a personas".
“Los gobiernos europeos deben tener en cuenta los motivos de preocupación de Afganistán, suspender de inmediato las devoluciones y garantizar la protección de quienes buscan seguridad en Europa. Se debe dotar a las personas de nacionalidad afgana que no pueden ser devueltas de los documentos necesarios para regularizar su estancia y disfrutar de todos sus derechos mientras están en Europa. Dado que la agencia de fronteras de la UE Frontex coordina vuelos charter para devoluciones a Afganistán, la Comisión Europea desempeña asimismo un papel fundamental y no debe participar en ninguna operación que exponga a nadie a violaciones de derechos humanos”.
Información complementaria
El 10 de julio de 2021, el
Ministerio para las Personas Refugiadas y Repatriación de Afganistán emitió una declaración en la que pidió la
suspensión temporal de la devolución de “personas migrantes” afganas. La declaración cita
“la escalada de violencia por el grupo terrorista talibán en el país y la propagación de la tercera ola de COVID-19”, así como el deterioro de la situación de la seguridad y el aumento del desplazamiento interno.
Las relaciones entre la UE y Afganistán, también en lo relativo a la gestión de la migración y las devoluciones, están reguladas por la
Declaración Conjunta sobre Cooperación en Materia de Migración que ha sustituido recientemente la
Acción conjunta para el futuro entre Afganistán y la UE sobre cuestiones relativas a la migración, de 2016.
En 2020, el Índice de paz global clasificó a
Afganistán como el país menos seguro del mundo por segundo año consecutivo.