En respuesta al uso persistente y generalizado de fuerza ilegítima por la policía en la capital de Georgia, Tiflis, después de cuatro noches consecutivas de protestas, Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“Las autoridades de Georgia deben poner fin a su represión violenta, que ha infligido daños físicos, psicológicos y jurídicos a quienes ejercen su derecho a protestar. Ciento de manifestantes, dispersados y detenidos por la policía, han sufrido una violencia que, en algunos casos, es constitutiva de tortura y otros malos tratos. Los informes de lesiones graves —que incluyen roturas de huesos faciales, fracturas y conmociones entre las personas detenidas— van en aumento. Está cada vez más claro que la policía actúa como si disfrutara de garantía de impunidad por parte del gobierno, y utiliza los esporádicos actos de violencia de las personas que se manifiestan, con frecuencia provocados por las propias acciones policiales, como pretexto para la represión.
Está cada vez más claro que la policía actúa como si disfrutara de garantía de impunidad del gobierno, y utiliza los esporádicos actos de violencia de las personas que se manifiestan, con frecuencia provocados por las propias acciones policiales, como pretexto para la represión.
Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
“Según profesionales de la abogacía y testigos, a las personas detenidas se les niega atención médica y acceso a asistencia letrada a su debido tiempo, y además se enfrentan a procedimientos administrativos o penales incoados como represalia sin el debido proceso. Esta recurrente constante de violencia y violaciones de derechos humanos, bien documentada desde las protestas del año pasado, revela la estrategia del gobierno georgiano de utilizar toda la maquinaria del Estado para castigar y reprimir la disidencia.
“Los manifestantes a los que se ha detenido únicamente por participar pacíficamente en las protestas deben ser puestos en libertad de forma inmediata y sin condiciones, y todos los funcionarios responsables de uso ilegítimo de la fuerza, incluidos los actos de tortura y otros malos tratos, deben rendir cuentas plenamente.”
Información complementaria
Durante cuatro noches turbulentas, desde el 29 de noviembre, las personas que se manifiestan en Tiflis han bloqueado calles principales para protestar contra el anuncio del gobierno de que no procedería a las conversaciones para la adhesión a la Unión Europea hasta 2028. La policía respondió con el uso de cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma. Los enfrentamientos se saldaron con muchas personas heridas, y material filmado ha captado las brutales palizas propinadas a manifestantes pacíficos y periodistas.
Algunos manifestantes se enfrentaron a la policía arrojando cócteles molotov y piedras, lo que dio pie a las autoridades a detener a 224 personas por cargos de desobediencia y vandalismo.
Grupos defensores de los derechos han documentado casos alarmantes de brutalidad policial, tortura y otros malos tratos, incluida la negación de atención médica. Los procedimientos judiciales han infringido las normas relativas a juicios con las debidas garantías, y ningún funcionario responsable de abusos ha rendido cuentas, lo que pone de relieve una arraigada cultura de impunidad.
