Las autoridades de Georgia deben hacer todo lo posible para garantizar la seguridad y la integridad de quienes participen en el primer desfile del Orgullo de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) que se celebrará en Tiflis, Georgia. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas del evento (programado para este fin de semana), en respuesta a las declaraciones de la policía georgiana de que quizá no pueda proteger a quienes asistan a él.
“Las autoridades georgianas no deben ceder a la presión de los grupos homófobos y responder con comentarios derrotistas a sus amenazas cada vez más violentas, sino emprender acciones enérgicas y estratégicas para evitar disturbios durante el Desfile. Las autoridades deben cumplir su obligación internacional de garantizar, a todas las personas LGBTI y quienes las respaldan en Georgia, el derecho a la libertad de expresión y reunión, así como a la seguridad de la persona y a gozar de protección contra la violencia”, ha manifestado Levan Asatiani, director general de campañas sobre el Cáucaso Sur en Amnistía Internacional.
“Aplaudimos la valentía de quienes organizan el Desfile y pedimos a las autoridades que sean igual de valientes. Lo que está en juego son los derechos humanos, la dignidad y la justicia, nada menos.”
La semana del Orgullo LGBTI, que se celebra en Tiflis del 18 al 23 de junio, culminará con el Desfile del Orgullo. Quienes lo organizan aún no han anunciado la fecha y el lugar exactos del evento, a causa de la preocupación por la seguridad.
Un grupo homófobo encabezado por un empresario local con estrechos vínculos con la Iglesia Ortodoxa de Georgia ha jurado que organizará una contramanifestación violenta para impedir el Desfile del Orgullo de Tiflis, y ha anunciado la formación de unidades paramilitares de “guardia civil” que agredirán a quienes consideren que forman parte de la comunidad LGBTI. Las personas que organizan el evento y muchas que simpatizan públicamente con la comunidad LGBTI también han recibido amenazas de muerte.
Las autoridades georgianas no han respondido adecuadamente a estas amenazas de violencia grave. Aunque el Ministerio del Interior de Georgia abrió una investigación sobre “el establecimiento de formaciones ilegales”, sus representantes se reunieron con quienes organizan el Desfile del Orgullo y se limitaron a sugerirles que cancelaran el evento por la incapacidad de la policía de garantizar la seguridad e integridad de quienes participen.