En respuesta a una decisión de la Asamblea General de la ONU que pide a la Corte Internacional de Justicia que emita una opinión autorizada sobre las obligaciones y responsabilidades de los Estados en materia de justicia climática, Marta Schaaf, directora del Programa de Justicia Climática, Económica y Social y Rendición de Cuentas de las Empresas de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Estamos en un momento histórico de la lucha por la justicia climática, ya que es probable que se arroje claridad sobre de qué manera el derecho internacional existente, especialmente la legislación sobre derechos humanos y medioambiente, puede aplicarse para reforzar la acción sobre el cambio climático. Esto ayudará a atenuar las causas y consecuencias del daño causado al clima y, en última instancia, protegerá a la población y el medioambiente de todo el mundo.”
“Aplaudimos este destacable logro de Vanuatu, y otros Estados insulares del Pacífico, que inicialmente presentaron a la ONU esta petición para que se promueva la justicia climática. Su resolución se aprobó por consenso, respaldada por más de 130 países y por una amplia coalición de la sociedad civil, y con un apoyo popular generalizado.”
“La victoria de hoy surge de los esfuerzos de jóvenes activistas de los Estados insulares del Pacífico para conseguir justicia climática. Al igual que otros Estados de la región, Vanuatu ha sufrido el azote de una serie de fuertes ciclones, y se enfrenta a la amenaza existencial del aumento del nivel del mar y de las tormentas cada vez más intensas, causados principalmente por el uso de combustibles fósiles en los países industrializados, una cuestión sobre la que Vanuatu no tiene ningún control ni responsabilidad.”
“La Corte Internacional de Justicia puede ahora optar por emitir una opinión consultiva firme para promover la justicia climática. Por el informe publicado por el IPCC este mes, sabemos que probablemente el límite de 1,5 °C de calentamiento global acordado en París en 2015 se superará antes de 2035 a menos que se emprendan acciones urgentes. Vemos que algunos Estados productores de combustibles fósiles se resisten a los llamamientos para eliminarlos gradualmente, y promueven de forma falsa la captura y el almacenamiento de carbono como solución tecnológica para el clima. Una opinión consultiva del Tribunal puede ayudar a frenar este desastre climático cada vez más acelerado.”