En respuesta al uso de la fuerza contra manifestantes principalmente pacíficos por parte de la policía de Hong Kong, que utilizó gas lacrimógeno, proyectiles tipo cartuchos de perdigones, balas de goma, porras y pulverizadores de pimienta para dispersar una manifestación contra el proyecto de ley de extradición en el centro de Hong Kong el miércoles, Man-Kei Tam, director de Amnistía Internacional Hong Kong, comentó:
“Las terribles escenas de la policía utilizando gas lacrimógeno y pulverizadores de pimienta contra manifestantes principalmente pacíficos son una violación del derecho internacional. La policía tiene el deber de mantener el orden público pero, al hacerlo, sólo puede usar la fuerza cuando sea estrictamente necesario. La policía de Hong Kong incumplió hoy esta norma”.
“La policía se aprovechó de los actos violentos de una pequeña minoría como pretexto para hacer uso de fuerza excesiva contra la gran mayoría de manifestantes pacíficos.”
“El gas lacrimógeno y los proyectiles como las balas de goma son notoriamente imprecisos e indiscriminados, y pueden producir lesiones graves e incluso la muerte. Sólo deben utilizarse como respuesta concreta a actos específicos de violencia, y nunca para dispersar a manifestantes pacíficos.”
“Esta respuesta excesiva de la policía está alimentando las tensiones, y es probable que contribuya a aumentar la violencia, en lugar de ponerle fin. Instamos a la policía de Hong Kong a no repetir esos abusos contra manifestantes pacíficos y, en lugar de eso, garantizar que las personas pueden ejercer legítimamente sus derechos. También recordamos a la policía que el uso de la fuerza contra manifestantes que ya están bajo control es ilegal.”
Información complementaria
El miércoles, miles de manifestantes en Hong Kong salieron a la calle alrededor de la sede del gobierno de la ciudad para reclamar que el gobierno de Hong Kong retire las reformas propuestas a la ley de extradición. La policía empezó a dispersar manifestaciones a primeras horas de la tarde, utilizando gas lacrimógeno y pulverizadores de pimienta y, en algunos casos, munición tipo cartuchos de perdigones y balas de goma. Los agentes se llevaron a algunos manifestantes.
Aunque por la tarde se produjeron en algunos lugares enfrentamientos crecientes entre la primera línea de la policía y manifestantes, el gas lacrimógeno utilizado por la policía afectó a áreas muy alejadas de esos lugares, en las que no había habido ninguna violencia. El impacto se vio agravado por el hecho de que la policía había bloqueado algunas vías de escape, lo que limitaba las oportunidades de los manifestantes de salir de la zona conflictiva.
Los cambios incluidos en el proyecto de ley, que ampliarían los acuerdos de extradición, tendrían el efecto de permitir la entrega a la China continental de personas que están en el territorio de Hong Kong. Si se promulga, esta ley ampliaría la capacidad de las autoridades continentales de atacar a quienes las critican, a activistas de derechos humanos, a periodistas, a miembros de ONG y a cualquier otra persona en Hong Kong. Amnistía Internacional Hong Kong se unió a más de 70 ONG en una carta conjunta a la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, para pedir que se retiren las reformas propuestas a la ley de extradición porque constituyen una amenaza directa para los derechos humanos.