Una activista transgénero china que será excarcelará mañana tras cumplir su condena de prisión en Hong Kong correría grave peligro de persecución, en caso ser expulsada a China continental. En lugar de eso, se le debe permitir permanecer en Hong o viajar a otro destino, según ha manifestado hoy Amnistía Internacional.
Lai Ke (a la que también se conoce como Xiran) fue enjuiciada en Hong Kong y declarada culpable de usar documentación “falsa” para intentar viajar de China a Canadá a través de esa ciudad el año pasado, según amigos suyos que han seguido el caso de cerca. El 2 de marzo terminará de cumplir su condena y se enfrentará a la expulsión inminente a China continental, donde, según sus amigos, había sido hostigada por la policía antes de marcharse en mayo de 2023.
Lai Ke era una firme defensora de los derechos de las personas transgénero en China, al igual que su pareja, quien, según los amigos de Lai Ke, había sido encarcelada en China en junio de 2023 a consecuencia de su propio activismo y su identidad transgénero.
“De ser expulsada a China continental, Lai Ke corre un riesgo real de ser perseguida y encarcelada de nuevo”, ha afirmado Sarah Brooks, directora de Amnistía Internacional para China.
“Las autoridades de Hong Kong deben aclarar urgentemente la situación migratoria de Lai Ke. Ante su inminente excarcelación por cumplimento de la pena, las autoridades deben dejarla en libertad sin condiciones y permitirle continuar su viaje a un destino que sea viable para ella.”
“Sea como sea, las autoridades deben permitir que Lai Ke apele la posible orden de expulsión tras su excarcelación.”
Según un grupo de amigos de Lai Ke y otras personas que hacen campaña en su favor, ésta había sido detenida en el aeropuerto internacional de Hong Kong el 3 de mayo de 2023 cuando se disponía a tomar un vuelo de conexión hacia Toronto, Canadá, tras haber iniciado su viaje en Shanghái.
Los amigos de Lai dijeron que se había declarado culpable de tres cargos de inmigración y que no había tenido representación letrada en el juicio.
Lai fue declarada culpable en Hong Kong el 16 de junio de 2023 y condenada a 15 meses de prisión, pena que cumplió en el Centro Psiquiátrico de Siu Lam, la institución en las que las autoridades hongkonesas suelen recluir a la población transgénero a la que detienen.
Su primera reunión con su abogado no se produjo lugar hasta el 20 de julio de 2023, cuando había transcurrido más de un mes desde el juicio y la sentencia condenatoria.
Una vez bajo custodia, se negó a Lai el acceso a la medicación que tomaba como parte de su tratamiento de sustitución hormonal, y cuando se quejó por ello fue recluida en régimen de aislamiento, según añadieron sus amigos.
En el aviso de excarcelación del Centro Psiquiátrico de Siu Lam, al que Amnistía Internacional ha tenido acceso, se comunica que Lai será puesta en libertad de forma anticipada por buena conducta el 2 de marzo. Al no ser residente en Hong Kong, Lai está sujeta a ser expulsada a China continental en virtud del apartado 19 de la Ordenanza de Inmigración de Hong Kong.
“El tiempo es un factor esencial para prevenir la expulsión ilegítima de Lai Ke a China continental, donde correría un grave peligro de sufrir violaciones graves de los derechos humanos —tales como la detención arbitraria, un juicio injusto, e incluso tortura y otros malos tratos— por su identidad transgénero y su activismo”, ha manifestado Sarah Brooks.
“Obligarla a retornar teniendo en cuenta el peligro que corre supondría el abandono de Hong Kong de sus obligaciones en virtud del derecho internacional.”
Amnistía Internacional ha documentado la opresión y discriminación sistemáticas de las personas transgénero en China. La censura en gran escala en años recientes ha conllevado el cierre de numerosas cuentas de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (personas LGBTI) en redes sociales y grupos LGBTI online y ha socavado el activismo LGBTI dentro y fuera del entorno digital.
La policía china ha arrestado, detenido y encarcelado a un gran número de defensores y defensoras de los derechos humanos —entre ellos activistas de los derechos LGBTI— durante largos periodos por cargos injustificados de amplia e imprecisa definición.