Contexto Internacional

LA AGRESIÓN DE RUSIA A UCRANIA

La invasión rusa de Ucrania que comenzó el 24 de febrero de 2022 es un acto de agresión que ha desatado una crisis de derechos humanos y humanitaria en Ucrania devastadora. Han muerto muchas personas, incluyendo niños y niñas, y hay muchas más vidas en peligro.

 

Mientras Rusia continúa desplegando su fuerza ilegal, desde Amnistía Internacional estamos ayudando a mantener al mundo informado sobre lo que está sucediendo en Ucrania. Sacamos a la luz violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, y nuestro equipo de investigación en territorio y el Evidence Lab1 continúan reuniendo pruebas de estas violaciones.

 

Las autoridades rusas están desesperadas por ocultar la verdad sobre la agresión, incluidos los posibles crímenes de guerra que están cometiendo en Ucrania. Por eso, a través de investigaciones en terreno y por medios digitales, Amnistía Internacional ayuda a garantizar que los indicios de estas agresiones llegan al mundo entero.

 

Una crisis de derechos humanos y humanitaria

Amnistía Internacional continúa documentando graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, entre ellas homicidios ilegítimos de civiles, lesiones a la población civil, destrucción de infraestructura y bloqueo de la ayuda humanitaria que la población civil necesita desesperadamente. Atacar hospitales y escuelas, sitiar a la población civil, usar armas prohibidas como las municiones de racimo y lanzar armas de poca precisión contra zonas pobladas, todas estas acciones podrían constituir crímenes de guerra.

 

Las personas atrapadas en el conflicto están al borde de un desastre humanitario; están expuestas a ataques constantes y muchas de ellas carecen de agua, luz o calefacción. La situación se vuelve ya insostenible al escasear cada vez más los alimentos, el agua y los suministros médicos. La agresión de las fuerzas rusas a la población civil y la destrucción de la infraestructura civil de Ucrania constituyen una violación del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.

 

Represión de la libertad de expresión en Rusia

Las autoridades rusas lanzaron una campaña de represión sin precedentes en todo el país contra el periodismo independiente, las protestas contra la guerra y las voces disidentes tras la invasión rusa de Ucrania. El Kremlin sigue totalmente resuelto a ocultar el costo humano de esta guerra y ha bloqueado sitios web de medios de comunicación independientes y redes sociales.

La campaña de desinformación, unida al bloqueo informativo tienen como único objetivo privar por completo a la población rusa de información objetiva y fidedigna sobre el conflicto. Con el aumento de la represión, al menos 150 periodistas críticos de la agresión han huido del país. Sin embargo, pese a los riesgos, el movimiento en contra de la guerra sigue saliendo a la calle a manifestarse –se ha detenido de manera arbitraria a más de 19.000 manifestantes desde el comienzo de la invasión–.2

1 El Evidence Lab del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional trabaja arduamente para identificar y verificar los detalles de posibles ataques ilegítimos que han causado la muerte o heridas a civiles, o han destruido o dañado infraestructuras civiles en Ucrania. Esta documentación proporciona pruebas esenciales que después pueden usarse como herramienta para que los autores de violaciones de derechos humanos rindan cuentas.

2 A la fecha, según la organización de derechos humanos rusa OVD-Info, más de 19.335 personas han sido detenidas en protestas y movilizaciones en contra de la guerra desde el 24 de febrero de 2022. https://ovdinfo.org/