Amnistía Internacional recurrirá ante los tribunales la constitucionalidad de la polémica ley húngara que castiga con hasta un año de prisión a las personas y organizaciones que trabajan sobre migración, anunció la organización.
La ley, que entró en vigor este año, es una amenaza para la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica.
“Las autoridades húngaras persisten en intimidar a quienes cuestionan sus políticas xenófobas. Esta ley lleva esta campaña de intimidación un paso más allá al penalizar su legítima labor de proteger los derechos de las personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas”, declaró Clare Algar, directora de AmnistíaInternacional para Europa.
El recurso, que fue presentado hoy ante el Tribunal Constitucional en nombre de Amnistía Internacional Hungría, alega que la redacción de la ley, deliberadamente poco precisa y ambigua, deja a ésta totalmente abierta a los abusos de las autoridades húngaras y podría desalentar la disidencia y actividades legítimas.
“Esta ley está redactada de una forma tan general que es ridícula. Criminaliza un amplio abanico de actividades, como la preparación, distribución o encargo de ‘materiales informativos’ relativos a la migración, y también ilegaliza proporcionar apoyo jurídico y de otro tipo a las personas solicitantes de asilo”.
“La legítima labor de Amnistía Internacional y de otras organizaciones de derechos humanos y actores de la sociedad civil está gravemente amenazada en Hungría. Esta táctica de acoso podría tener de hecho un efecto paralizante en todas las organizaciones y dificultar la importante labor que hacen”, dijo Clare Algar, directora de Amnistía Internacional para Europa.
El recurso alega que esta ley injusta amenaza el derecho a la libertad de reunión, que incluye el derecho a fundar organizaciones y de incorporarse a ellas, y a gestionar organizaciones de forma autónoma, todo ello garantizado por la Constitución húngara y por el derecho internacional de los derechos humanos.
“Amnistía Internacional está comprometida con los derechos humanos de todas las personas en Hungría. Todo nuestro trabajo se hace para el interés general. Es desconcertante, por no decir vergonzoso, que el gobierno esté tratando de estigmatizar nuestra labor y a las personas que nos apoyan.
“No vamos a ceder ante la injusticia. Haremos que se oigan nuestras voces en todos los niveles, en solidaridad con todas las personas que defienden los derechos humanos. Este recurso no es más que una de las muchas formas en las que estamos dispuestos a luchar para defender la justicia, los derechos y las libertades”, concluyó Clare Algar, directora de Amnistía Internacional para Europa.