La misión de la ONU para investigar las alegaciones de uso de armas químicas en la República Árabe Siria que está investigando los ataques del 21 de agosto en las afueras de Damasco informó ayer que encontró evidencia convincente de que se utilizaron armas químicas en gran escala.
Amnistía Internacional condena el uso de armas químicas en los términos más fuertes posibles. Éstas están prohibidas internacionalmente y su uso constituye un crimen de guerra.
Reiteramos nuestro pedido para que se le otorgue a la Comisión de Investigación sobre Siria con mandato de ONU acceso irrestricto a Siria para recabar más evidencias sobre quién fue responsable de estos ataques. También debe tener autorización para investigar los otros crímenes bajo el derecho internacional que están siendo cometidos por todas las partes del conflicto.
Amnistía Internacional también insta al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir la situación de Siria a la Corte Penal Internacional e insistir para que el gobierno sirio garantice el acceso de la ayuda humanitaria dentro de las fronteras y a todo el territorio. Todas las partes del conflicto deben permitir la provisión de asistencia sobre la base de la necesidad, sin discriminación.