En respuesta a la decisión histórica de un Tribunal de Distrito de Estocolmo de imponer a un exfuncionario iraní, Hamid Nouri, una condena a cadena perpetua por delitos relacionados con las masacres penitenciarias de 1988 en Irán, tras un juicio celebrado en aplicación del principio de jurisdicción universal, Diana Eltahawy, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, manifestó:
“La declaración de culpabilidad y la condena dictada hoy en Suecia contra Hamid Nouri por delitos relacionados con las masacres penitenciarias iraníes de 1988 es un paso sin precedentes hacia la justicia por los crímenes cometidos en Irán y envía a las autoridades iraníes el mensaje inequívoco y largamente esperado de que los responsables de crímenes contra la humanidad en Irán no escaparán a la justicia.”
“Los sobrevivientes y familiares de los miles de disidentes políticos sometidos a ejecución extrajudicial y desaparición forzada en las masacres penitenciarias de 1988 llevan más de tres décadas luchando por que la vedad salga a la luz y se haga justicia. Con esta primera sentencia contra un funcionario iraní, aunque se haya dictado en un tribunal europeo, por fin han visto cómo un funcionario iraní rinde cuentas de estos crímenes. Todos los Estados deben seguir este ejemplo y ejercer la jurisdicción universal para investigar penalmente a todos los demás funcionarios iraníes anteriores y actuales de cuya participación en crímenes contra la humanidad pasados y presentes existan pruebas, incluido
Ebrahim Raisi, presidente del país.”
“Esta sentencia crítica debe servir de llamada de atención a la comunidad internacional para que haga frente a la crisis de impunidad imperante en Irán. Para ello, los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU deben establecer urgentemente un mecanismo internacional de investigación y rendición de cuentas sobre los delitos más graves cometidos en el país, incluidos los miles de casos de desaparición forzada que continúan
sin resolverse más de 30 años después de las masacres perpetradas en las prisiones iraníes en 1988.”
Información complementaria
En consonancia con una constante ya antigua de negación y tergiversación, las autoridades iraníes han reaccionado al juicio de Hamid Nouri describiéndolo como un “complot” urdido por “terroristas” a partir de “documentación y testimonios falsos”.
En un informe de 2018
Iran: Blood-soaked secrets: Why Iran’s 1988 prison massacres are ongoing crimes against humanity, Amnistía Internacional concluyó que, además de haber cometido el crimen de lesa humanidad de asesinato, dada la ejecución extrajudicial y en secreto de miles de disidentes políticos, las autoridades iraníes seguían cometiendo los crímenes de lesa humanidad de desaparición forzada, persecución, tortura y otros actos inhumanos, incluida la ocultación sistemática de la suerte de las víctimas y del destino final de sus restos.
En 2021, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias
pidió que se llevase a cabo una investigación internacional de las desapariciones forzadas perpetradas durante las masacres penitenciarias de 1988.