Amnistía Internacional ha reiterado hoy que Hamás y otros grupos armados deben liberar de inmediato y sin condiciones a todos los rehenes civiles a los que mantienen en cautiverio desde el 7 de octubre en la Franja de Gaza ocupada.
En las últimas semanas, decenas de miles de personas han salido a las calles en todo Israel para exigir que las autoridades israelíes accedan a un acuerdo de alto el fuego y negocien la liberación de los rehenes. Hoy, las familias de los rehenes continúan su marcha desde Tel Aviv a Jerusalén para pedir la liberación de sus seres queridos y exigir al gobierno israelí que acceda a un acuerdo de alto el fuego mientras se reanudan las negociaciones esta semana.
Se cree que Hamás y otros grupos armados mantienen a unas 116 personas como rehenes o cautivas en Gaza desde el 7 de octubre, incluidas 43 cuyas muertes fueron confirmadas por las autoridades israelíes. Se cree que al menos 79 de las personas que permanecen cautivas son civiles. Según el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos de Israel, hasta el 18 de mayo se habían recibido señales de vida de 33 rehenes. Durante el cautiverio, a los rehenes se les ha negado el acceso a observadores independientes, incluido el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que evaluaran su salud o las condiciones de detención.
“La toma de rehenes es un crimen de guerra. Las personas que siguen vivas llevan más de nueve meses como rehenes, lejos de sus seres queridos. No hay nada que justifique que se les inflija ese trauma y esa angustia ni ellas ni a sus familias”, ha manifestado Amnistía Internacional.
“Desde octubre, Amnistía Internacional ha pedido de forma reiterada que Hamás y otros grupos armados dejen en libertad de forma inmediata y sin condiciones a todos los rehenes civiles. Todas las personas cautivas deben recibir un trato humano y protección frente a la tortura y otros malos tratos. Además, se les debe dar acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja, de acuerdo con el derecho internacional. Las personas enfermas y heridas debe recibir atención médica.”
A pesar de la adopción, el 10 de junio, de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un alto el fuego inmediato de todas las partes, las negociaciones sobre un posible acuerdo para liberar más rehenes israelíes y prisioneros palestinos no han arrojado hasta ahora ningún resultado positivo.
En medio de los incesantes bombardeos y operaciones terrestres de Israel en Gaza, los peligros para los civiles continúan acrecentándose.
El 3 de junio, las autoridades israelíes anunciaron la muerte de cuatro rehenes israelíes en Gaza. Uno de ellos era Yoram Metzger, de 80 años, que había sido tomado como rehén junto con su esposa Tami Metzger, de 78 años, del kibutz Nir Oz el 7 de octubre. Tami Metzger fue liberada en noviembre.
Las pruebas en vídeo verificadas por Amnistía Internacional indican que algunos rehenes sufrieron lesiones y abusos durante su cautiverio. Hersh Goldberg-Polin fue tomado como rehén cerca de la sede del partido Nova. En vídeos verificados se ve a combatientes de Hamás cargándolo en un camión y conduciéndolo a él y otras personas hacia Gaza, mientras que su brazo izquierdo sangra profusamente tras haber sido cortado por debajo del codo. En un video publicado por Hamás el 24 de abril de 2024 se ve a Hersh —identificado por su familia— después de ser operado del brazo amputado.
Los rehenes han sido recluidos en condiciones extremas y preocupa que algunos puedan haber sido sometidos a tortura y otras formas de abuso durante el cautiverio.
Según profesionales médicos israelíes, los rehenes retornados habían sufrido abusos físicos y psicológicos en Gaza. También dijeron que algunos rehenes denunciaban haber sido golpeados, obligados a presenciar o participar en actos violentos, sometidos a violencia sexual, incluida la desnudez forzada y la agresión sexual, confinados en aislamiento o en total oscuridad, y privados de satisfacer necesidades básicas como la alimentación y el sueño, lo que tenía consecuencias graves y a largo plazo para la salud mental y física. Los rehenes liberados también dijeron que, en algunos casos, se separaba intencionalmente a los distintos miembros de una familia.
Amit Soussana, secuestrada en el kibutz Kfar Azza y liberada en noviembre de 2023, describió en una grabación audiovisual que durante tres de las semanas que estuvo recluida en Gaza había estado encadenada. Dijo que el hombre que la vigilaba entraba en su habitación, se sentaba en su cama, le hacía preguntas sobre su vida sexual y, en una ocasión, la obligó a realizar un acto sexual con él a punta de pistola.
Algunos familiares de rehenes con los que habló Amnistía Internacional dijeron que no habían recibido ninguna información sobre sus seres queridos desaparecidos desde hacía casi nueve meses.
Tres familiares de Nathalie Smith, de la familia Kipnis del kibutz Beeri, fueron asesinados, y siete fueron tomados como rehenes el 7 de octubre. Seis fueron liberados en noviembre, pero uno de ellos, Tal Shoham, sigue cautivo.
“El hecho de que los rehenes todavía estén allí es una herida abierta. No podemos llorar a los muertos o comenzar a sanar”, dijo.
La tía de Gil Dickman, Kineret Gat, fue asesinada en el kibutz Beeri durante el ataque del 7 de octubre. Sus dos primas Carmel y Yarden Roman-Gat fueron tomadas como rehenes. Yarden Roman-Gat fue liberada en el acuerdo sobre la liberación de rehenes de noviembre de 2023. Carmel Roman-Gat, de 40 años, sigue recluida en Gaza. Dickman teme por su bienestar físico y mental, y manifestó escepticismo con respecto a las iniciativas del Estado para lograr la devolución de los rehenes.
“Nuestras vidas se detuvieron por completo, comenzó algo nuevo, una película de terror cuyo punto de partida era una gran impotencia”, dijo, y agregó que aún no era capaz de procesar el dolor ni de hacer el duelo. “No podemos hacerlo porque lo más urgente es luchar por la vida de quien todavía se puede salvar, sabiendo que en cualquier momento podríamos recibir la horrible noticia.”
“La única forma efectiva de poner fin a la catástrofe humanitaria, las muertes en masa y la destrucción que hemos presenciado en los últimos nueve meses es un alto el fuego inmediato y sostenido por todas las partes. Pero tanto si se llega a un acuerdo como si no, Hamás y otros grupos armados deben garantizar la liberación inmediata de todos los rehenes civiles, e Israel debe facilitar la entrada y distribución en Gaza, sin impedimentos, de alimentos, medicamentos y otros bienes esenciales”, ha manifestado Erika Guevara Rosas.
Información complementaria
El 7 de octubre de 2023, Hamás y otros grupos armados lanzaron cohetes indiscriminados y enviaron combatientes al sur de Israel y cometieron crímenes de guerra como homicidios masivos deliberados de civiles y la toma de rehenes. Según las autoridades israelíes, alrededor de 1.200 personas murieron violentamente. Amnistía Internacional ha manifestado que Hamás y otros grupos armados deben rendir cuentas por los asesinatos, los secuestros y los ataques indiscriminados cometidos de forma deliberada.
Los grupos armados tomaron como rehenes a 250 personas, de las que aproximadamente 225 son civiles y 25, soldados. Hasta la fecha, 131 rehenes civiles y cautivos militares han sido liberados (o se ha recuperado su cadáver): cinco fueron liberados incondicionalmente y 104 como parte de un acuerdo de intercambio de rehenes y prisioneros durante la tregua de una semana que tuvo lugar en noviembre de 2023.
Las autoridades israelíes han confirmado que al menos 43 rehenes murieron el 7 de octubre o posteriormente en diferentes circunstancias. Entre los rehenes restantes hay nueve mujeres civiles y dos niños muy pequeños, de uno y cuatro años de edad (junto con su madre) y varios hombres, incluidos hombres mayores y extranjeros. Según informes de los medios de comunicación e información del Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, Hamás anunció en noviembre que los dos niños y su madre habían muerto en ataques aéreos israelíes. Amnistía Internacional ha pedido sistemáticamente la liberación inmediata de todos los rehenes civiles.