“Los gobiernos europeos deben dejar de jugar con vidas humanas. La vergonzosa negativa de Italia y Malta a permitir que personas refugiadas y migrantes desembarquen en sus puertos es pura crueldad. Estas personas afrontaron peligrosos viajes y condiciones inhumanas en Libia sólo para verse abandonadas en el mar mientras los gobiernos eluden descaradamente su deber de proteger”.
“Lo que resulta igualmente alarmante es que Gibraltar, cuya bandera estuvo navegando el Aquarius, amenazó con poner fin a la inscripción en registro del buque, en una medida burocrática dirigida a frustrar operaciones de búsqueda y salvamento que salvan vidas en el mar. Los esfuerzos incansables de las ONG por salvar vidas en el mar deben celebrarse, no obstaculizarse o castigarse.”
“Pedimos a los y las dirigentes de Europa que acuerden urgentemente un sistema de búsqueda y salvamento predecible y fiable que garantice el desembarco sin demora de las personas supervivientes en el puerto seguro más cercano, y que defienda el derecho del mar y la primacía de salvar vidas en el Mediterráneo. Los Estados costeros deben garantizar que sus puertos están abiertos a las personas que fueron rescatadas, y los demás gobiernos europeos deben compartir la responsabilidad de procesar las solicitudes de asilo aceptando a quienes las presentan.”