Ante la noticia de que Japón ha llevado a cabo su primera ejecución del año con el ahorcamiento de Tomohiro Kato, declarado culpable de matar a puñaladas a siete personas en 2008, Hideaki Nakagawa, director de Amnistía Internacional Japón, ha manifestado:
“El ahorcamiento de Tomohiro Kato es un despiadado ataque contra el derecho a la vida. Con independencia de los crímenes que hubiera cometido, nunca debió haber sufrido el exponente máximo de trato cruel, inhumano y degradante a manos del Estado".
“Tomohiro Kato había solicitado por segunda vez que se volviera a juzgar su condena a muerte. Llevar a cabo una ejecución mientras se tramitaba su solicitud de nuevo juicio viola claramente las salvaguardias internacionales establecidas para proteger los derechos de las personas condenadas a muerte".
“Las autoridades japonesas deben declarar de inmediato una suspensión de las ejecuciones como primer paso hacia la abolición total de la pena de muerte y conmutar todas las condenas a muerte por penas de prisión”.
Información complementaria
El 21 de diciembre de 2021, el primer ministro Fumio Kishida ordenó la primera ejecución de su administración. El ahorcamiento hoy de Tomohiro Kato es la segunda ejecución que se lleva a cabo desde que Kishida tomó posesión del cargo en octubre de 2021.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia de la persona acusada y del método de ejecución utilizado por el Estado.