La vista de apelación celebrada en Moscú el martes (22 de agosto) ha confirmado la pena de 13 años de prisión impuesta al defensor ucraniano de los derechos humanos Maksym Butkevych, lo que representa un grave error de la justicia. Así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
La decisión de encarcelarlo durante 13 años, por un crimen que no pudo haber cometido, fue tomada por el denominado tribunal supremo de la región de Luhansk, en Ucrania, ocupada por Rusia.
“Un tribunal de Moscú ha confirmado la decisión tomada durante un simulacro de juicio que se celebró en secreto contra Maksym Butkevych, un acusado que tenía contacto limitado con el mundo exterior —ni siquiera con su abogado— y fue al parecer obligado a incriminarse por vídeo de un delito que simplemente no pudo haber cometido”, ha señalado Denis Krivosheev, director regional adjunto de Investigación de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.
Antes de la guerra que tiene lugar en Ucrania, Maksym Butkevych dirigía una ONG de ese país que ayudaba a personas refugiadas a encontrar protección allí. Tras la invasión en gran escala del país por parte Rusia, Butkevych se presentó voluntario a las Fuerzas Armadas ucranianas y quedó al mando de un pelotón. Estando en primera línea, su unidad fue posteriormente capturada por las fuerzas rusas.
“Desde su captura, Maksym Butkevych viene sufriendo una brutal difamación por parte de los medios de comunicación rusos y las autoridades rusas, que lo retratan como un infame decidido a matar a civiles. Privar intencionadamente a Maksym Butkevych —que es prisionero de guerra— del derecho a un juicio con las debidas garantías constituye por sí mismo un crimen de guerra.
“El simulacro de juicio celebrado contra Maksym Butkevych y el trato que éste recibe desde que está en cautiverio es una represalia de Rusia por su activismo ciudadano y su destacada labor en materia de derechos humanos, igual que el resultado de la vista de apelación, que debería haber anulado la condena de 13 años de prisión y ordenado su liberación inmediata.
En contravención del derecho internacional humanitario, Rusia ha negado constantemente el acceso repetido e irrestricto del Comité Internacional de la Cruz Roja a todas las personas prisioneras de guerra, pese a las persistentes demandas efectuadas por este organismo y por las Naciones Unidas y otras partes interesadas.” El gobierno de ese país ha privado deliberadamente a los prisioneros de guerra ucranianos de su derecho a un juicio justo e imparcial, lo que constituye un crimen de guerra, y los responsables deben rendir cuentas.
“Rusia debe respetar plenamente el derecho internacional que rige las situaciones de ocupación, y también debe poner fin de inmediato a la guerra o agresión que lleva a cabo contra Ucrania. Además, debe proporcionar reparaciones plenas y adecuadas a todas las víctimas de todos los crímenes de derecho internacional cometidos por sus fuerzas en Ucrania.”
Información complementaria
Los familiares, amistades y colegas de Maksym Butkevych han llevado a cabo una campaña en favor de que se lo excarcele y se haga justicia. Como la gran mayoría de las personas ucranianas prisioneras de guerra que se encuentran bajo custodia de las fuerzas rusas y sus afines, Maksym Butkevych mantiene escaso contacto con el mundo exterior. Hay sobradas razones para creer que, como muchos otros prisioneros de guerra ucranianos detenidos por Rusia, él también ha sido sometido a tortura y otros malos tratos, cuyos pormenores se detallan en la declaración pública Ukraine: Russia’s reprisals against prominent Ukrainian human rights defender who joined the Armed Forces of Ukraine.
Amnistía Internacional viene documentando crímenes de guerra y otras violaciones del derecho internacional humanitario desde el comienzo de la invasión en gran escala de Ucrania por Rusia. Aquí encontrarán todos los materiales publicados por la organización hasta la fecha.