“¿Qué no harías para salvar la vida de tu familia? El padre de esta niña emprendió un peligroso viaje de 3.000 kilómetros con la esperanza de garantizar su seguridad y la de su hija. El cierre de casi todos los puertos de entrada, que obliga a las personas solicitantes de asilo a esperar semanas sólo para pedir protección, forzará a las familias a recurrir a rutas más peligrosas para llegar a Estados Unidos.
“No es la primera muerte en la frontera sur y, lamentablemente, tampoco será la última. Nunca se debería detener a los niños y las niñas que solicitan protección. Debe abrirse una investigación minuciosa y transparente sobre las circunstancias de la muerte de esta niña.
“Si Estados Unidos construye un muro a lo largo de la frontera sur, las familias que buscan protección se enfrentarán a una disyuntiva imposible: correr todos los riesgos necesarios para buscar seguridad o regresar a su país para enfrentarse a la cruda posibilidad de morir. La solución es sencilla: Estados Unidos debe poner fin a las expulsiones ilegales en la frontera, permitir que las solicitudes de asilo de familias y personas que viajan solas sean evaluadas de forma oportuna y abandonar los planes de construir un muroque deje fuera a quienes buscan seguridad en nuestra frontera. Están en juego las vidas de miles de personas, incluidos niños y niñas.”
