El organismo internacional señaló además que, en caso de que aún se estime necesaria la prisión preventiva de Sala, el Estado debe implementar el arresto domiciliario en su casa o cualquier otra medida “aún menos restrictiva de sus derechos, tales como (…) una tobillera o la retención de su pasaporte”.

Los últimos hechos
En octubre, por orden de la justicia de Jujuy, Milagro Sala fue trasladada nuevamente al penal de Alto Comedero. El 3 de noviembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que adopte medidas provisionales, es decir de protección, a favor de la dirigente social. Así lo requirió ante el incumplimiento del Estado argentino de la medida cautelar dictada por el organismo y pedida en enero de 2016 por Amnistía Internacional, Andhes y el CELS.
A pedido de la Corte IDH, tanto el Estado argentino como las organizaciones peticionarias presentamos información. El 16 de noviembre informamos sobre la profundización del riesgo a la vida y salud de Sala que hacía necesaria la adopción de las medidas provisionales. La salud de Milagro Sala se había deteriorado a partir de su reingreso al penal. Actualmente, atraviesa una grave crisis de angustia ocasionada por el contexto de hostigamiento y criminalización.
Entre los argumentos, la Corte Interamericana observó que “los informes médicos y psicológicos revelan una situación de riesgo a la integridad personal y a la salud (tanto mental como física) de la señora Sala, asociada a los procesos judiciales que se le siguen” y que “la salud mental de la señora Sala se beneficia del contacto permanente con sus familiares y de su estadía fuera de la penitenciaría, mientras que el reinternamiento en el centro penitenciario agudizó sus crisis”.
Ahora, el Estado argentino deberá informar a la Corte Interamericana antes del 15 de diciembre sobre el cumplimiento de la medida provisional ordenada.
Amnistía Internacional
Andhes
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)