Amnistía Internacional expresa su preocupación
La detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, es preocupante, dijo Amnistía Internacional. Una vez más se censuran en Venezuela voces críticas, violando principios y garantías contenidos en tratados internacionales de derechos humanos.
En un estado de derecho, en el cual se deben proteger los derechos humanos, es inaceptable que se detenga a personas sin evidencia admisible de que hayan cometido un delito. En el último año, en Venezuela, se han detenido arbitrariamente a personas por el simple hecho de ser opositores o por tener una visión crítica del Gobierno. La detención del alcalde de Caracas suma una más a la ya extensa lista de detenciones motivadas políticamente.
En la última semana, además, Amnistía Internacional ha tenido conocimiento de que se ha detenido al juez Alí Fabricio Paredes, supuestamente como consecuencia de la sentencia que habría dictado en un caso de alto perfil y que no habría satisfecho los deseos del Poder Ejecutivo. Se habría detenido también al abogado Tadeo Arriechi, como represalia por haber defendido a una empresa acusada de desestabilizar la economía.
Mientras las autoridades venezolanas no se tomen en serio el respeto y garantía de los derechos humanos y entiendan que en un estado de derecho se debe dar espacio a la disidencia, el país seguirá en una espiral de deterioro cuyo mayor impacto lo padecerán las clases más vulnerables.