Anoche, unas personas desconocidas pintaron amenazas de muerte en el exterior de las oficinas de Amnistía Internacional Israel y de ASSAF, una organización que trabaja para ayudar a personas refugiadas y solicitantes de asilo en Israel. Al mismo tiempo, dejaron una caja con amenazas de muerte y un ratón muerto en la entrada del Centro de Actividad para Niños y Niñas Elifelet, para personas refugiadas.

“Estos son actos deplorables y maliciosos dirigidos contra organizaciones de la sociedad civil que trabajan por los derechos humanos. Las autoridades israelíes deberían adoptar una postura enérgica condenando públicamente estos actos y dejando claro que no tolerarán ataques contra ONG”, dijó Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Las autoridades israelíes deben asimismo tomar medidas para garantizar que se protege efectivamente a las personas que defienden los derechos humanos y a las organizaciones de la sociedad civil en general, y que pueden hacer su trabajo sin sufrir amenazas, intimidación ni hostigamiento. Todos los ataques contra quienes defienden los derechos humanos deben ser investigados sin dilación y sus responsables, llevados ante la justicia”.
En los últimos años, se deterioró con rapidez el clima para los defensores y defensoras de los derechos humanos en Israel y en los Territorios Palestinos Ocupados. Las autoridades israelíes tomaron medidas para restringir indebidamente los derechos a la libertad de expresión y de asociación en Israel, donde intimidan a quienes defienden los derechos humanos y critican al gobierno e introducen leyes para silenciar la disidencia.