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Jóvenes torturados por la polícia deben obtener justicia
Amnistía Internacional exige que se incluya la figura de tortura en la causa judicial que investiga la responsabilidad de las fuerzas de seguridad del Chaco por los hechos de violencia contra cuatro jóvenes de la comunidad Qom en la localidad de Fontana.
A su vez, la organización envió una comunicación al Relator Especial de Derechos de los Pueblos Indígenas y al Relator Especial para la Prevención de la Tortura de la ONU para que pida información al Estado sobre las medidas tomadas a partir de este caso y el avance de la investigación judicial.
El 31 de mayo de 2020, agentes de seguridad de la Comisaría Tercera de la localidad de Fontana ingresaron a una casa por la fuerza, sin orden de allanamiento, y con violencia. Los efectivos golpearon a quienes estaban adentro y se llevaron detenidos a cuatro jóvenes -una de ellas menor de edad- mediante forcejeos, empujones, golpes, y patadas, mientras los insultaban y hacían referencia a su ascendencia indígena. Dentro de la Comisaría Tercera continuaron los insultos, amenazas de muerte, agresiones, torturas, e incluso una de las jóvenes denuncia abuso sexual por parte de los agentes policiales. Los 4 jóvenes fueron liberados luego de más de 10 horas.
En septiembre, Amnistía Internacional visitó a las víctimas y a sus familias, y se reunió con las autoridades locales para conocer las medidas tomadas con el objetivo de evitar la repetición de este tipo de casos.
La organización tuvo oportunidad de entrevistar a los jóvenes que fueron detenidos y a su familia.
“Tenía miedo, no sabía adónde me estaban llevando, no sabía si iba a volver a ver a mi mamá y a mis hermanos”, relató Daiana Fernández, una de las 4 jóvenes detenidas.
“Nos sacaron y nos estuvieron paseando en la camioneta. Temí que nos maten, que nos tiren por ahí como pasa en algunos casos. Ahí si me dio más miedo porque ¿Dónde nos iban a encontrar después?”, relató Alejandro Saravia, otra de las víctimas.
“Nunca más va a ser igual. Esto no se supera ni con todos los psicólogos porque quebraron a una familia esa noche”, señaló Johana Saravia, madre de Alejandro.
Además, agregó: “Me gustaría que la justicia condene a quien tenga que condenar, que los responsables sean castigados. Que los chicos puedan volver a confiar, a caminar libres, que no sean perseguidos por su color de piel, por su manera de vestir. Que los policías estén para cuidar no para que nosotros nos cuidemos de ellos”.
¡Podés hacer que Amnistía siga investigando la violencia policial y acompañando a las víctimas!