Cada 7 de junio celebramos el Día del Periodista y es una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la profesión y de libertad de expresión para el fortalecimiento de una sociedad con pluralidad de voces.
El periodismo es una profesión desafiante, más aún en épocas donde crecen los discursos de odio y las noticias falsas. Las y los periodistas son defensores de derechos humanos, es decir personas que hacen frente a los abusos de poder de gobiernos y empresas.
Los medios de comunicación y las redes sociales son el escenario del debate público. La desinformación y los discursos que incitan al odio limitan la posibilidad de un debate diverso. Este panorama se agrava cada vez generando un deterioro de la libertad de expresión y el empobrecimiento del debate social y de la calidad democrática.
Desde Amnistía Internacional venimos trabajando e investigando este fenómeno, nos preocupa profundamente el impacto de estos discursos y de las noticias falsas en las/los periodistas. Basicamente, por el impacto que este tipo de mensajes tiene en la salud física y mental de las personas destinatarias de las agresiones o discursos violentos, su integridad, vida pública, socialización, libertad de expresión y en algunos casos en el ejercicio de derechos políticos y laborales, en tanto tiene un grave efecto aleccionador dirigido a censurar y silenciar ciertas voces.
El objetivo no es regular los mensajes que generan disgusto o que ofenden, ya que los mismos forman parte del debate público y deben contrarrestarse con otras ideas.
Pero, se cruza un límite cuando esos mensajes, más que una expresión de ideas u opiniones negativas con respecto a miembros de un determinado grupo históricamente discriminado y/o silenciado, muestran una intención de incitar a otros a discriminar, a ser hostiles o a cometer violencia contra ese grupo, o alimentan un ambiente de prejuicio e intolerancia que incentiva esos ataques dirigidos a ciertas personas y el silenciamiento de sus voces.
En un año especialmente complejo, me gustaría recordarte y agradecerte por tu trabajo, por acompañar y fortalecer con él la agenda de derechos. Desde Amnistía Internacional valoramos tu compromiso y lucha por un mundo más plural e igualitario.
Te envío un gran saludo en nombre de las y los trabajadores de Amnistía Internacional Argentina y te deseamos un feliz día. ¡Muchas gracias por estar tan cerca a través de tu trabajo!
Mariela Belski
Directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina