Ahora que la mirada internacional se centra en Emiratos Árabes Unidos, país que albergará la próxima cumbre de la ONU sobre el clima (COP28), nos gustaría recordar al mundo que no se puede permitir a una maquinaria de relaciones públicas tan bien engrasada como la emiratí desviar la atención de las represivas y regresivas políticas y prácticas de sus autoridades ni de su deficiente historial en materia climática. Durante decenios, Emiratos Árabes Unidos ha silenciado a quienes expresaban puntos de vista críticos y ha reprimido la disidencia hasta el punto de que en la actualidad no existe en el país una sociedad civil independiente.
¿Cuál es el problema?
Emiratos Árabes Unidos ha estado trabajando a marchas forzadas para proyectar la imagen de un país que mira al futuro y que se compromete a abordar los desafíos internacionales, a fin de desviar la atención con respecto a su pésimo historial de derechos humanos y a su proyecto de aumentar ampliamente la producción de combustibles fósiles, lo que provocará nuevos daños climáticos y socavará los derechos humanos en todo el mundo.
Los debates sobre acción climática que tendrán lugar en la COP28 serán de extrema importancia para proteger los derechos humanos y promover la justicia climática. Nuestra organización pide, entre otras medidas, la retirada gradual —pero también rápida, justa y total— de los combustibles fósiles, así como la protección de un espacio cívico abierto en las reuniones climáticas.
Desde 2011, numerosas personas han sido detenidas por el ejercicio pacífico de sus derechos a la libertad de expresión y de asociación. En 2012, en un juicio colectivo y manifiestamente injusto contra 94 personas (conocidas como “los 94 de Emiratos Árabes Unidos”), 63 de ellas fueron condenadas a penas de entre 7 y 10 años de prisión por haber reivindicado reformas y democracia. En la actualidad, al menos 55 de esos hombres permanecen arbitrariamente recluidos, meses o años después de haber cumplido sus penas de prisión.
En marzo de 2017 fue detenido, y más tarde condenado a 10 años de prisión, Ahmed Mansoor, uno de los más destacados defensores de los derechos humanos de Emiratos Árabes Unidos y última persona en haber criticado libre y públicamente a las autoridades desde dentro del país.
Hoy día hay, al menos, 26 presos de conciencia en Emiratos Árabes Unidos, entre ellos 24 de los acusados en el juicio colectivo contra los “94 de Emiratos Árabes Unidos”.
¿Cómo puedes ayudar?
Pide a Emiratos Árabes Unidos que libere a los presos de conciencia y a cualquier otra persona detenida de manera arbitraria en el país, para garantizar que la COP28 ofrezca a cualquiera —emiratí o de otros países— un entorno seguro en el que expresar con libertad sus puntos de vista, esenciales para lograr un resultado satisfactorio del que dependerán los derechos humanos.