En respuesta al inicio hoy del juicio contra la periodista Hanane Bakour, quien se enfrenta a hasta tres años de prisión y una multa tras haber sido acusada de “publicar noticias falsas usando medios electrónicos que dañan la vida privada”, por una publicación en Facebook en la que criticaba una elección local del partido gobernante, Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:
“Es escandaloso, excesivo y absurdo que una periodista se enfrente a cargos penales por una publicación de Facebook en la que se criticaba al principal partido político de Marruecos. Hanane Bakour tiene derecho a expresar sus opiniones, aunque los políticos se opongan a ellas”.
“Marruecos está mostrando cada vez más su intolerancia hacia las críticas al sistema político. Estos cargos falsos contra Hanane deben desestimarse de inmediato, y la causa contra ella debe retirarse.”
Información complementaria
Se espera que el juicio de Hanane Bakour empiece hoy en el Tribunal de Primera Instancia de Sale, una ciudad en el norte de Marruecos. Los cargos se derivan de una denuncia presentada por el partido gobernante, la Agrupación Nacional de Independientes, en septiembre de 2021. Bakour había publicado que la elección del nuevo presidente del consejo del partido en la región de Guelmim-Ued Noun, en el sur de Marruecos, era defectuosa porque un miembro de la Agrupación Nacional de Independientes había resultado herido de gravedad por un disparo en su casa. La periodista permanece en libertad mientras se celebra el juicio.
Hanane Bakour lleva 17 años ejerciendo el periodismo. Ha trabajado en varios medios de comunicación marroquíes, entre los que se encuentran Akhbar Al Youm, Al Massae y Al Jarida Al Oukhra. Hasta 2021 fue redactora jefe del sitio web alyaoum24.com.
Según las normas internacionales, toda limitación del derecho a la libertad de expresión debe establecerse mediante una ley clara y precisa y debe ser necesaria y proporcionada para proteger un objetivo legítimo, como la seguridad nacional, el orden público, o la salud o la moral públicas. Las limitaciones amplias e imprecisas a la libertad de expresión impuestas tachando la información de “noticias falsas” no alcanzan este umbral. Limitan, y en ocasiones criminalizan, formas legítimas de expresión que están protegidas por el derecho nacional e internacional de los derechos humanos.
Amordazar la expresión tanto en Internet como fuera de ella forma parte de la represión que se está llevando a cabo contra la disidencia en Marruecos. Únicamente en 2022, las autoridades marroquíes investigaron, procesaron y encarcelaron al menos a siete periodistas y activistas por criticar al gobierno, y también a personas que habían hablado online sobre religión o habían expresado solidaridad con activistas.