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Las autoridades de Marruecos no deben deportar a Idris Hasan, de etnia uigur y detenido en este país, a China, donde corre riesgo de sufrir tortura”, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
Hasan,
de 34 años y padre de tres hijos, fue
detenido la semana pasada en Marruecos, hasta donde había volado desde Turquía, y llevado a una prisión cerca de la población de Tiflet. Telefoneó a su esposa Zaynura el pasado viernes (23 de julio) y le dijo que creía que lo iban a deportar pronto a China.
Zaynura contó a Amnistía Internacional: “Hasan dijo: ‘Me llevaron a la cárcel a petición de China. Por favor, actúa con rapidez o me enviarán de vuelta a China’”.
Hasan, diseñador informático, tiene nacionalidad china y un permiso de residencia turco. No se sabe nada de él desde ese viernes y Amnistía Internacional cree que corre el riesgo de sufrir detención arbitraria y tortura si es devuelto a China.
“Las autoridades marroquíes deben garantizar que Idris Hasan tiene acceso inmediato a asistencia letrada y la posibilidad de impugnar cualquier orden de expulsión, y permitir que su familia contacte con él para garantizar su seguridad”, dijo Joanne Mariner, directora del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.
“Deportar a Idris Hasan a China, donde la población uigur y de otras minorías étnicas sufren una terrible campaña de internamiento masivo, persecución y tortura, violaría el derecho internacional.
“El principio de no devolución garantiza que ninguna persona debe ser devuelta a un país donde se vería expuesta a un riesgo real de tortura u otro trato o pena cruel, inhumano o degradante, y otras violaciones graves de derechos humanos”.
Información complementaria
Idris Hasan vive en Turquía desde 2012 con su esposa Zaynura y sus tres hijos. Su esposa e hijos tienen permisos de residencia permanente en ese país, pero el de Idris está clasificado como “humanitario”.
Al parecer, el gobierno chino considera a Hasan un “terrorista” debido al trabajo que hacía para organizaciones uigures. La legislación china define “terrorismo” “extremismo” de un modo excesivamente amplio y poco preciso, lo que se viene utilizando para reprimir a las personas de origen uigur y de otras minorías étnicas.
El mes pasado, Amnistía Internacional publicó un informe que revelaba que cientos de miles de hombres y mujeres musulmanes de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang son sometidos a detención arbitraria masiva, adoctrinamiento y tortura.
En el informe, titulado
“Como si fuéramos el enemigo en una guerra”: Internamiento masivo, tortura y persecución por parte de China de personas musulmanas en Xinjiang, el Equipo de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional da a conocer decenas de nuevos testimonios de personas que estuvieron detenidas que detallan las medidas extremas que las autoridades chinas vienen tomando desde 2017, fundamentalmente para acabar con las creencias y tradiciones religiosas islámicas, las prácticas culturales y los idiomas locales de los grupos étnicos musulmanes de la región.
Estos crímenes se han perpetrado contra la población de etnia uigur, kazaja, hui, kirguís, uzbeka y tayika con el pretexto de la lucha contra el “terrorismo”.
Amnistía Internacional también lanzó una campaña en la que pide el cierre de los campos de internamiento y presenta más de 60 detallados expedientes de caso de personas que se cree que están actualmente detenidas.