Las autoridades namibias deben garantizar la seguridad de las personas LGBTI en el país antes, durante y después de la sentencia prevista para el 21 de junio en un caso basado en leyes de la época colonial sobre “sodomía” y “delitos contra natura” que tipifican las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
La organización también ha pedido a las autoridades que protejan a las personas LGBTI frente al acoso, la violencia o la discriminación basadas en la orientación sexual o la identidad de género. Los grupos y personas LGBTI deben poder reunirse y asociarse sin temor a sufrir intimidación, discriminación o ataques.
“En las últimas semanas, Amnistía Internacional ha observado una retórica alarmantemente amenazadora contra las personas LGBTI en Namibia”, ha manifestado Khanyo Farisè, director adjunto regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral.
“Este inquietante patrón refleja las secuelas de otro caso del año pasado relativo a los derechos de las personas LGBTI, que condujo a un notable aumento de la discriminación y la retórica hostil contra estas personas en Namibia.”
“Sea cual sea el resultado de la decisión del Tribunal Superior el 21 de junio, la violencia y la discriminación contra las personas LGBTI no tienen cabida en la sociedad namibia. Las autoridades deben tomar medidas enérgicas para prevenir las violaciones de derechos humanos contra personas LGBTI y para hacer rendir cuentas a los responsables.”
Información complementaria
El 21 de junio, el Tribunal Superior de Namibia decidirá sobre un caso presentado por el activista de los derechos LGBTI Friedel Dausab en el que impugnaba la constitucionalidad de las leyes que tipifican como delito las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y pedía al tribunal que anulara todas las declaraciones de culpabilidad dictadas en virtud de ellas.
Namibia ha experimentado un feroz retroceso anti-LGBTI en el último año, impulsado principalmente por líderes religiosos, tras una decisión anunciada por el Tribunal Supremo en mayo de 2023 que reconocía las uniones entre personas del mismo sexo formalizadas en el extranjero.
El Parlamento namibio respondió aprobando en junio de 2023 dos proyectos de ley que restringían el derecho al matrimonio igualitario para las personas LGBTI. Los proyectos de ley pretenden definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, discriminar a las personas trans y criminalizar, con penas de hasta seis años de cárcel y fuertes multas, todo apoyo, celebración o promoción de las uniones entre personas del mismo sexo.
Además, la información recibida de activistas de Namibia sugiere que la policía no ha permitido la misma libertad de reunión para los grupos LGBTI que para las congregaciones religiosas. Amnistía Internacional ha recibido asimismo alarmantes relatos de violentos ciberataques y de una oleada de acoso online contra personas LGBTI, así como frecuentes ataques por parte de figuras políticas, que utilizan a las personas LGBTI como cabezas de turco, antes de las elecciones de noviembre de 2024.