Ante la detención de más de una decena de activistas, varios de ellos miembros y personal de Amnistía Internacional Nepal, como su director, Nirajan Thapaliya, y los expresidentes Charan Parsai y Rajan Kuikel, el director de Amnistía Internacional para Asia Meridional, Biraj Patnaik, ha manifestado:
“Las autoridades nepalíes deben poner en libertad inmediata e incondicional a nuestro personal y a simpatizantes y otros activistas detenidos solo por ejercer su derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica.
“Estos y estas activistas tienen todo el derecho de protestar contra la decisión del Partido Comunista de Nepal, en el poder, de nombrar presidente del Parlamento Federal a Agni Sapkota, que está acusado de responsabilidad de delitos cometidos durante la década de conflicto interno que sufrió el país. Agni Sapkota debe ser sometido a una investigación independiente y efectiva, tal como ha ordenado el Tribunal Supremo de Nepal.
“Protestar pacíficamente no es un delito. En lugar de detener a nuestro personal y simpatizantes, las autoridades deberían dedicar su energía a investigar a personas acusadas de delitos graves y hacer que respondan ante la justicia en juicios justos”.
Información complementaria
El 25 de enero, Amnistía Internacional, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ), Human Rights Watch y TRIAL International emitieron una declaración conjunta en la que afirmaban que las recientes medidas adoptadas por el gobierno eran un grave revés para el proceso de justicia transicional de Nepal.
Las cuatro organizaciones instaban asimismo al Partido Comunista de Nepal (NCP), en el poder, a que reconsiderara el nombramiento de Sapkota como presidente del Parlamento Federal hasta que se hubiera efectuado una investigación exhaustiva e independiente.
El NCP nombró este mes a Agni Sapkota presidente de la Cámara Baja del Parlamento. Sapkota, parlamentario y miembro de la comisión permanente del partido, es una de las seis personas a las que la policía nepalí investiga por su presunta participación en el secuestro y muerte, en abril de 2005, de Arjun Lama, residente del distrito de Kavre. En marzo de 2008, el Tribunal Supremo ordenó a la policía que abriera un expediente contra Sapkota por el secuestro y homicidio de Lama y que llevara a cabo una investigación completa con arreglo a la legislación nepalí. La policía ha hecho caso omiso de la orden.