En los últimos meses ha habido varios casos de violencia en actos de la campaña electoral en algunos estados, incluida la muerte de cuatro personas en el estado de Kano en enfrentamientos entre simpatizantes de partidos políticos rivales en diciembre de 2018.
“La violencia relacionada con las elecciones en estados como Kano, Kwara, Kogi, Rivers, Taraba y Bayelsa es enormemente inquietante y, si no se aborda con urgencia, menoscabará el respeto a los derechos humanos en el periodo electoral”, ha declarado Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria.
“Amnistía Internacional ha recibido informes según los cuales simpatizantes de algunos políticos agreden con violencia a sus adversarios políticos, reales o supuestos. Las autoridades deben erradicar cualquier posible impunidad garantizando que estos incidentes son investigados y que los presuntos responsables responden de ellos ante la justicia”.
En otro incidente de violencia preelectoral, una persona murió y muchas resultaron heridas cuando un acto del Congreso Panprogresista (APC) en Sagbama, estado de Bayelsa, cobró un cariz violento el 3 de febrero.
El mes pasado se impuso un toque de queda de 12 horas en Wukari, estado de Taraba, tras unos enfrentamientos violentos entre simpatizantes del APC y del Partido Democrático Popular (PDP), los dos principales partidos políticos.
“Las autoridades deben establecer medidas para garantizar que los políticos y sus seguidores no vulneran los derechos humanos. Deben dejar claro que tendrán tolerancia cero para las violaciones de derechos humanos y que cualquier persona presunta autora de violaciones responderá ante la justicia”, dijo Osai Ojigho.
Hace poco se difundió un vídeo en el que se ve a un político del PDP en Kaduna pidiendo a sus seguidores que atacaran a cualquier persona que votase por otro partido político en una zona inestable del sur del estado.
“Las autoridades deben investigar exhaustivamente todas las denuncias de incitación a la violencia y otros abusos contra los derechos humanos antes, durante y después de las elecciones, y garantizar que los presuntos perpetradores comparecen ante la justicia”, concluyó Osai Ojigho.
“Los partidos políticos y los candidatos y candidatas deben condenar públicamente toda apología del odio o incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia.
“Las autoridades deben garantizar también que los grupos de la sociedad civil y las agencias nacionales e internacionales que observarán los comicios pueden hacerlo en condiciones de seguridad”.
