Una nueva
plataforma online interactiva creada por
Forensic Architecture y apoyada por Amnistía Internacional y
Citizen Lab traza por primera vez el mapa de la distribución mundial del conocido software espía Pegasus, fabricado por la empresa de cibervigilancia NSO Group.
El sitio Digital Violence: How the NSO Group Enables State Terror(Violencia digital: cómo NSO Group posibilita el terrorismo de Estado)
documenta los ataques digitales perpetrados contra defensores y defensoras de los derechos humanos en todo el mundo y revela las conexiones entre la “violencia digital” del software espía Pegasus y los ataques que sufren activistas, profesionales de la abogacía y otras figuras de la sociedad civil en el mundo real.
NSO Group es un actor principal en la oscura industria de la vigilancia. El software espía Pegasus de esta empresa se ha utilizado en algunos de los ataques más insidiosos llevados a cabo contra personas que defienden los derechos humanos. Una vez instalado subrepticiamente el teléfono de alguien, permite el acceso total a los mensajes, correos electrónicos, multimedia, micrófono, cámara, llamadas y contactos del teléfono.
“La investigación revela hasta qué punto el dominio digital en el que habitamos se ha convertido en la nueva frontera de las violaciones de derechos humanos, un sitio de vigilancia e intimidación del Estado que permite cometer violaciones de derechos humanos físicas en el mundo real”, ha dicho Shourideh C. Molavi, responsable de investigación de Forensic Architecture.
Edward Snowden narra, en una serie de vídeo adjunta, los casos de varios periodistas y activistas de derechos humanos que han sufrido ataques de Pegasus. La plataforma interactiva incluye diseño de sonido del compositor Brian Eno. Este mes se estrenará una
película sobre el proyecto realizada por la galardonada directora Laura Poitras en el Festival de Cannes 2021.
“NSO Group es lo peor de lo peor al vender herramientas de robo digital a actores de los que sabe perfectamente que violan activa y agresivamente los derechos humanos de disidentes, periodistas y figuras de la oposición”, ha dicho Edward Snowden, presidente de la Fundación para la Libertad de Prensa.
La plataforma Digital Violence es una de las bases de datos más completas que existen sobre actividades relacionadas con NSO, con información sobre licencias de exportación, presuntas adquisiciones, infecciones digitales y ataques físicos (que incluyen intimidación, acoso y detención) a activistas que anteriormente han sufrido ataques mediante software espía. También arroja luz sobre la compleja estructura corporativa de NSO Group basándose en
nuevas investigaciones de Amnistía Internacional y entidades asociadas.
“Durante años, NSO Group ha rodeado de secreto sus operaciones y se ha beneficiado de trabajar en la sombra. La plataforma Digital Violence saca a la luz las importantes conexiones entre el uso de su software espía y las demoledoras violaciones de derechos humanos infligidas a activistas y a la sociedad civil”, ha manifestado Danna Ingleton, directora adjunta de Amnesty Tech.
Security Lab de Amnistía y
Citizen Lab han señalado reiteradamente el uso del software espía Pegasus de NSO Group para actuar contra cientos de defensores y defensoras de los derechos humanos en todo el mundo. Amnistía Internacional pide a NSO Group que adopte medidas urgentes para asegurarse de no cometer abusos contra los derechos humanos ni contribuir a causarlos, y para responder debidamente cuando se cometen. Las empresas de cibervigilancia deben ejercer la diligencia debida en materia de derechos humanos y tomar medidas para garantizar que periodistas y quienes defienden derechos humanos no siguen siendo objetivos de vigilancia ilegal.
En octubre de 2019, Amnistía Internacional
reveló que el teléfono del intelectual y activista marroquí Maati Monjib había sido infectado con el software espía Pegasus. Maati Monjib continúa sufriendo acoso por parte de las autoridades marroquíes por su labor de derechos humanos. Fue detenido arbitrariamente en diciembre de 2020 y no fue liberado hasta el 23 de marzo de 2021, que salió en libertad bajo fianza.
Maati Monjib cuenta su caso en la película y habla del precio personal que ha pagado tras la vigilancia: Las autoridades sabían todo lo que yo había dicho. Estaba en peligro. La vigilancia es muy perjudicial para el bienestar psicológico de la víctima. Mi vida ha cambiado mucho a causa de todas estas presiones.”
Amnistía Internacional pide la retirada de todos los cargos contra Maati y que cese el hostigamiento contra él y su familia por parte de las autoridades marroquíes.